Miedos desbordantes

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- Sayaka...

Frunció el ceño abrazándola, pegándola a su cuerpo.

- No... Sayaka...

La apretó entre sus brazos sintiendo a su bebé entre ellas.

- Te quiero... No te... No...

Ella correspondió su abrazo.

- Nosotras... Yo... 

- ¡Kirari!

Abrió los ojos de golpe, esa voz no era de Sayaka. Observó a quien tenía atrapada. Era Ririka la cual le dedicaba una preocupada mirada.

- Lo siento... -La liberó del abrazo retrocediendo unos centímetros en la cama. Podía jurar que tenía a la pelinegra con ella, se sentía confundida al caer repentinamente en la realidad.

- Está bien... ¿Tuviste una pesadilla? -Su hermana buscaba afligida su mirada.

Kirari se tomó una pausa estudiando el rostro de Ririka.

En su sueño Sayaka la abandonaba, yéndose aún embarazada. Huía de ella en un enorme laberinto, Kirari corría tras la chica sin ser capaz de alcanzarla. La joven de pronto se detenía en seco frente a un acantilado que aparecía mágicamente ante ellas, la albina lograba atraparla antes que saltara abrazándola fuertemente contra su pecho prometiéndole que la cuidaría, rogándole que no la abandonara, en ningún momento la escuchó responderle.

- ... No lo recuerdo... -Mintió.

- Entiendo... -Ririka acarició su mejilla, sabía que no le decía la verdad- Todo está bien...

Kirari tomó la mano de su hermana con la suya para acariciarla también.

- Lo siento...

- No pasa nada, todo está bien...

Sentía el cuerpo sudoroso, había perdido la costumbre de dormir con alguien más a su lado. Ririka tenía un cuerpo cálido a diferencia del de Sayaka, la joven sirvienta siempre traía sus dedos y nariz muy fríos. Recordaba cuando dormían juntas que, al despertar a mitad de noche, la encontraba acurrucada contra su cuerpo casi escondiéndose bajo ella.

No se había percatado de ese detalle hasta ahora. Sayaka era friolenta, siempre buscaba su calor y ella... Que tonta fue... Nunca se molestó en arroparla o abrazarla, se arrepentía de no haberla cuidado en esos aspectos.

Suspiró.

¿Cómo pasaría las noches ahora que dormía sola en esa gran habitación?

- Voy a levantarme... -Escuchó hablar a Ririka- Mary-san debe estar por llegar...

Kirari asintió mientras su hermana se separaba de ella, la vio incorporarse con cuidado de la cama despertando en el proceso a Nozomi quien dormía a los pies de su dueña. Acompañada de la gatita buscó su ropa en el armario.

Decidió imitarla sentándose ensimismada en sus pensamientos. La noche anterior se había quedado despierta siguiendo el consejo de su hermana, pensando en algún nombre para su bebé. Solo consiguió decidirse en uno.

Hoy era la cita con Sumeragi... No alcanzó a tener una lista de opciones, como ella quería, antes de ver a Sayaka.

¿Le gustaría el que había escogido?

No lo sabía... Tendría que proponérselo esta mañana. Más decidida se levantó desvistiéndose de inmediato para tomar su ropa que, con anterioridad, había traía de su cuarto.

- Ririka...

La aludida la miró ordenando sus ropajes.

- ¿Si?

Te amo, a pesar de todo | OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora