SASHALo que un inicio creí que eran pesadillas, ahora siento el placer como si de verdad me estuviera pasando, esa divina lengua hace maravillas dentro de mí, me muevo un poco mientras despierto para darme cuenta que no es un sueño, gimo al sentir el movimiento de su lengua dentro de mi feminidad, abro los ojos para encontrarme con ese color azul que tanto me gusta, y también para darme cuenta que me ha quitado la camisa y se encuentra con el torso desnudo.
- ¿Qué carajos, Verdugo? – me quejo mientras me cubro con las sábanas. Ni siquiera se quedó a dormir ayer – que linda manera de despertar – en el castillo me despertaban las balas y aquí su placentera lengua.
- No te estabas quejando – dice con simpleza – no de mala manera – lo dice muy divertido – ¿Por qué hacías caras raras mientras dormías? – porque estaba teniendo una pesadilla hasta que llegaste.
- No sé – se acerca hasta mi rostro tan rápido que siento que va a darme un beso, pero se detiene.
- Tu boca apesta a mierda – que lindo, nótese el sarcasmo.
Me levanto para ir al baño a hacer mis necesidades, cepillo mis dientes mientras me miro al espejo, el italiano no tarda mucho en aparecer, se dirige al retrete y me sorprendo cuando lo usa sin importarle que yo estoy aquí, no digo nada y sigo con lo mío, termino por enjuagarme la boca mientras él se ubica al lavabo del costado para lavarse sus manos.
- ¿Terminaste? – asiento con la cabeza mientras tomo una toalla – ahora puedo follarte – abro los ojos como platos ante tales palabras antes de que me tome por las piernas y yo las enrede en sus caderas mientras me besa, uno de esos besos no apto para niños.
Terminamos bajo el agua sin ropa, sus calientes besos empiezan a hacer un placentero recorrido por mi cuello para luego entrar en mí de una sola estocada haciéndome gemir por su dureza. Los vidrios se empañan por nuestro aliento, nuestro gemidos hacen eco en el baño, mi espalda choca una y otra vez con el frío cristal por sus fuertes embestidas.
- ¿Ya me vas a decir por qué hacías esas caras en tus sueños? – pregunta aún estando dentro de mí a pesar de que nuestras respiraciones son agitas. Se mueve una vez más sacándome un gemido de los labios mientras cierro los ojos – Sasha – insiste.
- Solo fue un mal sueño – respondo – una pesadilla – termino de decirle y me besa, sus cálidos y húmedos labios se mezclan con los míos en un apasionado beso lleno de calidez y deseo.
Luego del baño me visto con el conjunto deportivo que trajo, leggins, top y zapatillas, no digo nada y bajamos hasta la cocina, el desayuno se encuentra sobre la encimera, tomo algunos platos en mi mano pasándolos a la isla para comer cómodamente.
Empiezo por devorar mis hotcakes con miel mientras veo como él toma un vaso de jugo y empieza embarrar mermelada de fresa en sus tostadas.
La liga del crop top deportivo empieza a molestarme haciendo que a cada rato la estire, no estaba acostumbrada a usar este tipo de ropas, desde que él me tiene las he empezado a tolerar y hasta podría decir que me gusta.
- Quiero un poco – digo refiriéndome a su batido. Me sirve un vaso provocando que sonría por su acto.
- Termina que Ernesto te espera en el gimnasio – ay no...
- ¿Qué? No tengo ganas de hacer ejercicio, ayer me dejó bien adolorida.
- ¿Quién dijo que vas a hacer ejercicio? – lo miro con el ceño fruncido – andando – se levanta haciendo que copie su acción, pero me detengo en la encimera haciendo gestos de pereza.
- No quiero – suelto haciendo que regrese en mi dirección.
- No te pregunté, te lo estoy ordenando – y ahí está el maniático de ojos azules. Apoyo mis brazos a los costados, justo en el borde, haciendo caer todo mi peso en ellos y quedar sentada sobre la encimera empezando a mover los pies de adelante hacia atrás.
ESTÁS LEYENDO
El Verdugo (1) © ✔
RomanceNo todos los dioses te llevan al paraíso, algunos te arrastran al infierno, y así como en el cielo está la luz más brillante, en el infierno habita la oscuridad más misteriosa. PROHIBIDO LA MANIPULACIÓN, ADAPTACIÓN O ALTERARON PARCIAL O TOTAL DE EST...