SASHA
Siento todo el cuerpo adolorido, trato de tocarme el rostro siendo impedida por una fuerza que no me lo permite, abro los ojos de golpe viendo todo a mi alrededor, mi muñeca izquierda está esposada a la cama, apenas veo que la oscura luz entra difícilmente por las ventanas cerradas con cortinas sumamente oscuras, con las justas noto que el cielo aún sigue oscuro, me siento empezando a intentar zafarme con ayuda de mi mano restante, miro hacia la mesa más cercana con un lapicero en él, me levanto a estirarme todo lo que puedo para intentar tomarlo, mi índice con las justas rosa el objeto, me frustro y me siento en la cama nuevamente, miro el tatuaje de mi mano, las esposas adornan horriblemente la muñeca, estoy en ropa interior... entonces recuerdo...
Ernesto
- Buongiorno, belle – entra el idiota – cambia esa cara, el golpe en tu labio no ayuda mucho – camina de un lado a otro, me limito a verlo sin emitir palabra alguna – hija de la agente del SEILD, la puta favorita del Verdugo, que regalito que me di al tenerte – se sienta al otro extremo de la cama – me vas a decir lo que sabes sobre los negocios del Verdugo, debes escuchar muchas cosas – debe ser completamente estúpido como para que crea que le voy a decir lo que sé hasta ahora – o mejor información sobre el SEILD – sonrío sarcásticamente.
- Si no te voy a decir nada sobre el Verdugo, mucho menos creas que lo haré sobre el SEILD – me burlo – me causa risa lo estúpido que ere... – suelto un grito pequeño al sentir mi cara girar debido al golpe que me proporcionó.
Entra un tipo con cara de malote quitándome las esposas, ni bien lo hace corro a tomar el lapicero, me toma del cabello tan fuerte haciendo que retroceda, clavo el objeto en su pierna ganándome un golpe que causa tirarme al suelo, se quita el lapicero como si nada para después sentir golpe tras golpe en mi abdomen, me limito a protegerme la cara hasta que pare.
- Basta – escucho la voz del idiota – llévala al comedor – me levanta bruscamente empezando a caminar.
No tardo en caer sentada sobre la dura silla, una gran mesa con comida en ella me hace aguantarme el hambre, no pienso comer nada de ellos, miro el tenedor varias veces, a mi alrededor hay puros hombres armados, no en la mesa, pero sí a los alrededores mirando el más mínimo movimiento.
Un tipo se sienta frente a mí a la vez que el idiota a mi lado, veo al chico fruncir el ceño en mi dirección y luego al idiota.
- ¿Quién es ella, hermano? – así que su hermano.
- Es mi nueva diversión hasta que me canse.
- ¿Y el idiota de la celda no es uno de los hombres del Verdugo? – mi corazón se acelera al escuchar eso – ¿qué mierda estás haciendo?
- Nada comparado a lo que siempre hice.
- Tienes a uno de los hombres del Verdugo, ¿ella? ¿quién es? ¿le pertenecía? ¡nos estás jodiendo a todos! – el idiota da un golpe a la mesa – acabas de cavar tu propia tumba.
Una señorita viene con una olla de sopa empezando a servir uno a uno, miro con desagrado lo que tengo frente, no miro a nadie, solo estoy pensando en lo que me puede pasar si paso más tiempo aquí.
- Toma – lo escucho hablarme y no respondo – ¡que comas! – grita y me hace lanzar el plato lejos de la mesa.
Siento que me toman del cabello haciendo pararme del asiento para meter toda mi cabeza en la sopa, no me quema la cara, la temperatura por suerte es normal, empiezo a querer salir al sentir que me ahogo siendo impedida por la fuerza que ejercen en mi cabello, siento que ya no puedo, que la respiración se me va, antes de que muera me sacan de golpe con la cara toda empapada, no lo pienso dos veces y le escupo la cara a la vez que clavo el tenedor en su mano escuchando su doloroso grito.
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El Verdugo (1) © ✔
RomansNo todos los dioses te llevan al paraíso, algunos te arrastran al infierno, y así como en el cielo está la luz más brillante, en el infierno habita la oscuridad más misteriosa. PROHIBIDO LA MANIPULACIÓN, ADAPTACIÓN O ALTERARON PARCIAL O TOTAL DE EST...