CAPÍTULO 28

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MARINA

Luego de mandar al hijo de Evie a la base estadounidense me estoy encargando de buscar al maldito hijo de puta que la mandó a matar, contengo el nudo en la garganta evitando soltar lágrimas que delaten mi sufrimiento, mataron a mi hija, mataron a mi esposo, me están quitando lo que más amo poco a poco, sé más que nadie todo lo que se tiene que llegar a hacer para llegar al nivel en el que estaba Evie, mi vida tampoco ha sido fácil, solo quiero por una vez en la vida ser feliz y que me dejen en paz, mi madre me metió en ese mundo, todas las lágrimas, dolores, sufrimientos que pasé, es por la mujer que se hacía llamar mi madre, la que quería vivir una vida de lujos siendo una prostituta y convirtiéndome en una también.

En un inicio me acostaba con quien sea, a ella solo le importaba recibir esas grandes sumas de dinero, aún recuerdo la enorme cantidad que pagaron por mi virginidad, entonces poco a poco me di cuenta que hay peces más gordos, poco a poco me di cuenta que si mi vida está destinada a ser una mierda, pues que se haga mierda, pero en la cima.

Decidí convertirme en una maldita hija de puta sin sentimientos, usaba mis encantos con tal de conseguir lo que yo quiero, mi objetivo eran los jefes, mi blanco, llegar a ser la dama de uno de ellos, lo estaba logrando, la mujer que se hizo llamar mi madre lo gozaba más que yo y ella no lo merecía, odiaba a esa mujer tanto porque me jodió la vida, no me importó cuando la mataron, sonreí al llegar a su tumba, espero que esté disfrutando el infierno.

Conseguí todo lo que quise a tan corta edad, conocí al pakhan, mi próximo objetivo, cayó como todos y estuve a nada de ser la dama rusa, hasta que me tuve que joder yo sola.

- Algunos capitanes están en reunión con el jefe – entra Jhonson – quiero darle un golpe cada que habla.

- Estamos en la base italiana, Lara – hablo con mi compañera – tienes que acatar las órdenes de un superior.

- Dijo que te quiere sacar del operativo, Marina, solo porque ayudaste a tu hija, dijo que no estás siendo una profesional al dejarte llevar por tus impulsos de madre, hasta te quiso poner como cómplice por ayudar a la mafia ¿enserio quieres que no le de un golpe? Ese italiano me está sacando de mis casillas como vuelva a hablar sobre ti – tomo un sorbo de mi taza de café junto a mi escritorio – lo siento, tu hija murió y yo solo te doy quejas.

- Ahora mi prioridad es Sasha, Lara, el tiempo se acaba.

- ¿Qué vas a hacer? Ir a...

- La isla – interrumpo sus palabras – tengo que ir a la isla, necesito tu ayuda y la de tu hermano.

- Jackson se quedó en la base estadounidense, ¿y ahora qué rayos vas a hacer?

- Tú más que nadie sabes todo lo que he pasado, es mi hija, Jhonson, ya perdí a una, no me voy a permitir perder a otra, dile a Jackson que se prepare, apenas lleguemos a la base, vamos a partir, no necesito a nadie, solo a ustedes dos, el director general no debe de enterarse sobre mis próximos movimientos.

- Marina ¡Dios! ¿¡te estás escuchando!? Estás poniendo tu rango en juego, si es que no te despiden antes, no podemos hacer nada sin que el director general se entere, o sin que el general lo haga antes, nos van a descubrir y yo te estoy ayudando en todo esto.

- El tiempo se me acaba, Jhonson, no he podido encontrar a Sasha desde la vez que la perdí en Verona, es como si se la hubiera tragado la tierra, no me cabe la menor duda que manipulan hasta las cámaras de la ciudad, no puedo hacer nada si me llegan a sacar del operativo, mi única salida es ir a esa jodida isla y hacer lo que tenga que hacer con tal de darle lo que me pide, pero de que salgo viva, salgo.

- Quieres a Jackson para que hackee el sistema – asiento con la cabeza – también está la posibilidad de que no se pueda, estamos hablando de un lugar imposible de penetrar, las probabilidades de que mi hermano pueda hacerlo son dos de diez – nos quedamos en silencio por largos minutos, como si analizáramos el asunto – bien, vamos a esa jodida isla.

El Verdugo (1) © ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora