3. Encuentro.
Por un segundo, solo por un segundo comprendí que podía sonreír o ser feliz pero luego todo desapareció al imaginarme el rostro de Tomás, lo se, me estaba volviendo loca por andar sufriendo por alguien que ya está muerto y no puede volver, pero tenía la esperanza de que volviera, que entrara por la puerta con una sonrisa y me abrazara con todas sus fuerzas, luego que me besara, que se me olvide todo el sufrimiento, el dolor con tan solo ver su mirada, su rostro, sabía que si le veía aún qué sea por un segundo, verle feliz, sonriendo o por lo menos sin sufrir, sabía que yo igualmente iba a sonreír. Me levanté de mi cama, mas bien la cama de Tomás en la cual dormía hace dos noches, desde que leí su carta, todas las noches dormía ahí pensando en él, sintiendo su olor incrustado en las sábanas. Fui al comedor y noté que no había nadie ahí, que estaba completamente sola. Anne y Jaison habían ido a entrenar junto a Matt, por alguna razón entrenaban mucho. Decidí salir a un bar, para beber algo o disfrutar un poco de la vida, era humana y no iba a sufrir mi corta vida, la corta vida que ahora tenía. Llorando y sufriendo por Tomás, o tal vez si. Me metí en la primera fiesta que vi. Sonreí recordando que eso hacia cuando me alimentaba hace apenas tres meses, al ser un vampiro, por una parte me gustaba ser un vampiro pero amaba ser humana, una bruja poderosa. Entonces recordé que era el cumpleaños de Anne, y pensé que habían ido a celebrarlo fuera, ya que yo les dije que no quería ir, que no estaba de humor.
Salí de la fiesta para dirigirme al departamento de Jaison, ya deberían haber llegado y estarán preocupados por mi, conociéndolos estarán pensando que me fui a tirar de un puente. Volví a sonreír para mi misma al pasar esas palabras por mi mente.
Por alguna razón estuve en medio de un callejón contra la pared y una mujer agarrándome por el cuello, sin saber porque me asusté y comencé a buscar por todas partes una forma de escapar, la cual no pude encontrar.
-Me muero de hambre- dijo la mujer.
-Creo que te estás confundiendo- sonreí- no soy comida.
-Si para mi- me empujó contra la pared haciendo que mi cabeza se golpeara y comenzara a sangrar- que delicioso- sonrió. Pasó su dedo índice por mi cabeza y al coger sangre lamió su dedo.
-Por favor...- supliqué.
-De verdad que lo siento- comenzó a sentirse culpable- pero es que tengo mucha hambre.
-Y pensar que hace unos meses...- sonreí- estaba en tu lugar.
-¿Qué?- se separó de mi un poco para dejarme hablar.
-Hace unos meses- toqué mi cabeza con gesto de dolor- esta herida ya se habría curado- pausé- era un vampiro.
-Eso es imposible-me miró de arriba a bajo- eres humana.
-¿Has oído hablar de la cura?
-Algo...- cerró un ojo mientras pensaba- ¿la tomaste?
-Si- recordé ese día.
-No te veo muy feliz- sonrió- si fuera tu, estaría disfrutando de ser humana otra vez.
-No, yo no... no sabes las cosas que me hicieron- tragué saliva- que me hicieron hacer.
-Nada que no hubieras echo siendo vampiro.
-Me arrebataron al hombre que amo- sonreí con tristeza- que amé.
-Lo siento- pausó- solo por eso te mataré mas rápido- se volvió a acercar a mi cuello con la intención de morderme, como auto reflejo cerré fuertemente los ojos.
-Por favor, haz lo y libera me de este dolor- supliqué con los ojos cerrados al notar que todavía no me había mordido.
-¿Judit?- preguntó al fin.
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Recuerdos del único amor III: Resurrección.
VampireTercera parte de la novela titulada Recuerdos del único amor. Uno nunca espera perder a la persona que ama, no después de haber descubierto que lo amaba. Judit descubre un gran don y lo aprovecha para traer del vuelta a Tomás, lo cual no sucede, no...