12. Lo que diga tu corazón.
Cada vez me sumergía mas y mas, no de me daba cuenta pero cada vez bajaba mas hondo pero me sentía segura así qué seguí bajando, giré la cabeza y atrás mío estaba Taylor nadando junto a mi, parecía estar enojado pero ignoré su gesto, mas atrás estaba Matt con cara de enojo parecida a la de Taylor, por alguna razón la cual desconocía, volví la vista al frente mío para no chocar con una roca. Llevé mis manos a mi cuello para descubrir que me cubrían escamas, nadé mas rápido para llegar a los mas profundo de ese abismo marítimo. Busqué desesperada y asustada al monstruo que me había atacado hace un tiempo, no había rastro de él. Una cueva llamó mi atención por lo qué le hice una pequeña seña a Taylor para que entremos. Dije unas palabras en Asgrenfe las cuales no reconocí y una luz apareció en mi mano derecha así iluminando todo mi alrededor. Taylor y Matt imitaron mi gesto para luego seguirme al interior de la cueva. Entramos en la cueva iluminando con el pequeño hechizo que hicimos hace unos segundos, una pequeña luz llamó mi atención, la seguí con la mirada hasta que me llevó al final de la cueva. Un libro viejo con los marcos quemados, de una textura acuosa se encontraba rodeado de una hermosa luz blanca, me acerqué mas a él para poder verlo mejor. Lo rocé con mis manos para sentir el agua ante mis manos, miré confundida a Taylor buscando alguna explicación en su mirada, volví a pasar mi mano y esta vez sentí rozar una hoja, la cual se movió rápidamente seguida de varias hojas hasta llegar a una y mostrar un hechizo, lo memoricé mientras lo leía en voz alta. Después de un rato unos gritos llamaron mi atención, al voltear me Taylor y Matt no estaban, me encontraba yo sola en medio de una cueva en medio de todo el mar. Me alarmé por lo qué busqué un medio para salir lo mas rápido, comencé a nadar lo mas rápido que pude mientras buscaba a mis acompañantes por todas partes, unos tentáculos pegajosos me atraparon por la espalda, pude notar como las ventosas me succionaban cada vez mas el cuerpo, el tentáculo que según lo que vi media mínimo diez y ocho metros, me alzó a lo mas alto de la cueva, forcejé con el tentáculo para que me soltara pero no hubo caso, después de unos segundos mantenida arriba del todo comenzó a descender rápidamente, a lo lejos podía observar la enorme boca del pulpo gigante que estaba esperando introducirme en su boca, pude ver los ojos rojos como la sangre que me observaban como detenimiento a lo lejos, tras unos segundos de estar bajando llegué a su oscura boca que lo último que sentí fue el asqueroso olor del aliento del Kraken entrar por mis branquias. Desperté sobresaltada en mi cama con sudor por todas partes y nerviosa, temblando como si estuviera cubierta de hielo, respiré agitada mente intentando coger el aire que se me había ido en la pesadilla de unos segundos atrás. Llevé mis cabellos atrás peinándolos, giré mi cabeza para darme cuenta de que Taylor estaba a mi lado, fruncí el ceño extrañada de lo que estaba viendo.
-Eh- susurré intentando despertarlo.
-Un rato mas- dijo él girándose.
-Vamos....- le sacudí.
-Princesa- sonrió y volteó hacia mi- ¿por qué me despiertas?
-¿Qué haces en mi cama?- pregunté.
-Matt me echó del cuarto de tu novio- refregó sus ojos- y no tuve opción que venir.
-¿Así qué el sofá no era lo bastante cómodo para ti?- reí de forma silenciosa para no despertar a nadie.
-Judit- entró por la puerta- ¿vienes a desayunar?
-Si- sonreí- ahora vamos.
-¿Quien?- miró a todos lados.
-Yo...- miré a todos lados buscando a Taylor- las chicas- sonreí.
-Están durmiendo- rió.
-Nada- me levanté- ya voy.
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Recuerdos del único amor III: Resurrección.
مصاص دماءTercera parte de la novela titulada Recuerdos del único amor. Uno nunca espera perder a la persona que ama, no después de haber descubierto que lo amaba. Judit descubre un gran don y lo aprovecha para traer del vuelta a Tomás, lo cual no sucede, no...