Recuerdos del único amor III: Resurrección.

Capitulo 28

28. Reacción

No se sentía nada extraño, para ser sinceros no se sentía. No sabía si era algo bueno o algo malo al parecer tampoco tenía conciencia ¿tendría algo que ver con lo de la magia negra? No me podía creer que haya llegado hasta ese punto de utilizar la magia negra, no comprendía lo que pasaba, estaba bastante confusa. Sacudí mi cabeza y me centré en la película que estaba viendo abrazada a Taylor, no estaba muy enterada de lo que trataba, ni como había llegado hasta ahí solo sabía que estaba sentada al lado de Taylor mientras él me abrazaba y veíamos "Titanic". Ya había llegado al final donde el actor que hace unos años estaba muy bueno, como dice Jenny pero que en la actualidad era otra persona. El barco se estaba hundiendo, siempre lloraba en esa parte, era demasiado triste que dos personas que se amaban... ¿por qué no me ocurre nada? Ni una sola lágrima se deslizó por mi mejilla. Me concentré nuevamente en la película y la frase que siempre pensaba, la cual era el detonador para mis lágrimas "ellos se amaron bastante tarde, quizá vivieron su corta pero hermosa historia de amor, si se hubieran conocido antes..." ¿Y las lágrimas? ¿por qué no estoy llorando? Siempre lloraba en esa parte y ¿ahora? ¡qué me estaba pasando! La película ya había acabado, me abracé mas a Taylor para que creyera que estaba triste por la película y no notara nada extraño, vamos por muchas veces que una chica vea Titanic siempre llora.

-¿Estás llorando, princesa?- preguntó alzando mi rostro.

-Es tan triste- fingí limpiarme las lágrimas que nunca habían salido.

-No te pongas sentimental, es solo una película- acarició mi mejilla.

-¡No digas eso!- fingí enojarme pero no podía ¿por qué no me enojaba? Estaba insultando a mi película preferida ¿por qué no me enojaba?

-Bien, amor- sonrió y rozó sus labios con los mios.

-¿"Amor"?- sonreí pícaramente.

-Si- sonrió- amor- volvió a sonreír. Se acercó más a mi y volvió a besarme, bien, si su beso no me provocaba las "mariposas" en el estómago nada en todo el universo podría hacerlo. Nada podía provocarme nada y eso me aterraba ¿eso era un sentimiento? Se acercó mas a mi, rozó sus labios lentamente con los mios y le seguí el juego, se acostó encima mio mientras seguía con el beso, se que es raro pero lo que mas me llamaba la atención era ¿por qué no sentía nada?

-Eh, eh, eh- apareció Matt haciendo ruidos extraños de la nada.

-¡Matt!- gritó Taylor- ¿qué pasa?- sonrió inocente.

-¿Qué hacías con Judit?- dijo algo furioso.

-Te lo diría...- sonrió con picardía- pero no creo que quieras saberlo.

-Mejor..- hizo una mueca de asco- dejemos lo en que eso no se hace.

-¿Qué no se hace?- entró Jaison por la puerta ¿debería estar aterrada? ¿por qué no lo estoy?

-Matt dice que no me puedo acostar con Taylor con el sofá- solté secamente ¿por qué lo dije?

-¿Quien me manda a preguntar?- hundió su rostro bajo sus manos asqueado.

-Taylor no quiero que andes haciendo esas cosas con Judit, es como mi hija- dijo Matt.

-¿Para qué apareces entonces?- alzó una ceja enojado.

-¿Qué no puedo estar en el salón?- pausó- para eso tienes tu cuarto- negó con la cabeza.

-¿Entonces puedo hacerlo con Judit?- rió.

-Puedes hacerlo- sonrió y a la vez sonrió Taylor- pero no con Judit- guiñó con un ojo.

-Sigo aquí- saludé irónica, mas bien como estúpida.