26. Engañada.
Todo empeoró, creía que hablando con Taylor para que me olvidara lo haría pero pasó todo lo contrario, nos besamos ¿qué iba a hacer ahora? Necesitaba olvidarlo, debía hacerlo por Tomás,el hombre al cual en realidad amaba ¿en verdad lo amaba? Debía plantearme esa pregunta tarde o temprano ¿en verdad amaba a Tomás? ¿tanto como arriesgar mi vida como para salvarle? Mi cerebro no deja de afirmar esa pregunta pero ¿y mi corazón? ¿qué quiere mi corazón? No podía dejarlo atrás por muchos motivos, ya había avanzado hasta aquí ¿para nada? Casi "obligada" debía hacerlo pero si lo hacía habían muchas posibilidades de que muera en el intento o lo hagan otros por mi. Por otra parte, si no lo hacía viviría en una pesadilla cada día y noche arrepentida por no haber aprovechado esa oportunidad ¿tan fácil se ve? Pero no se siente así ¿qué debía hacer? En ese momento lo que debía hacer era practicar pero ¿y luego? Las prácticas solo me alejaban de mis pensamientos, de las elecciones y cada estupidez que se me pasaba por la cabeza. Solo estaba confundida, solo eso, es decir ¿había llegado hasta ahí solo para arrepentirme? Debía dejar de pensar, solo ocasionaba mas problemas. Ya no era la niña estúpida, frágil e impenetrable que corría tras Steven creyendo que iba a salvar el mundo con mis poderes, en serio lo pensaba. Steven... hacia tiempo que ese nombre no retumbaba en mi cabeza ¿dónde estará él? Al igual que Tomás ¿estará bien? ¿se acordará de mi? Un año y medio había pasado desde su partida y desde ese entonces no me he vuelto a preguntar por él.
-Espirutyus come neistos voutre heip- grité en medio de todo el prado llamando a Angi- ¡Angi!- grité desesperada su nombre sin oír respuesta- ¡no puedes dejarme ahora! Necesito practicar y debes ayudarme.
-Judit- dijo su voz dulce apareciendo de la nada con sus ojos azules- ¿qué necesitas?
-Practicar la mezcla de hechizos- dije acercándome a ella- necesito controlarlo a la perfección y solo tu puedes ayudarme.
-¿Qué hay de tu novio?- alzó una ceja- no está en mis manos ayudarte, Judit.
-No puedes dejarme ahora- ignoré su pregunta sobre Taylor- te necesito mas que nunca.
-Si aún no lo controlas no puedo hacer nada por ti. Lo siento.- se giró para irse pero entonces la detuve.
-Haz hecho mucho por mi y cree me que nunca podré agradecerte tu ayuda incondicional pero debes ayudarme- se giró para verme- te lo suplico.
-No sabes nada acerca de mi- se acercó a mi- ¿y aún así confías en mi?
-Te pareces mucho a alguien que perdí- negué con la cabeza recordando a mi hermana mayor.
-Solo lo haré si pones todo de ti-me advirtió.
-Lo juro- sonreí. Se acercó a mi y comenzamos a practicar, como siempre, pronunciaba los hechizos, primero el de fuego y luego el de agua. Una vez los tenía sobre mis manos los dos elementos agrandaba el agua y metía la bola de luz flotante en mi otra mano, cerré los ojos con fuerza esperando que funcione. Y así fue, funcionó a la perfección. Sonreí con satisfacción al ver que podía controlarlo, comencé a hacer malabares con la bola, después de agregar una segunda y una tercera. Era impresionante que después de unas semanas pudiera conseguirlo a la perfección ¿a a la tercera va la vencida? ¿o la cuarta? Bien, quizá la quinta, pero lo conseguí ¿no? Es lo importante en este momento. Podré volver a ver a Tomas sus ojos verdes unirse con los mios ¡como extrañaba eso! ¿y respecto a Taylor? Pues no me quedaba otra opción que olvidarle, no para siempre, es decir, podía estar cerca de él sin querer besarle o tocarle, bueno no podía pero debía aguantarme. No es algo que quisiera pero tenía que hacerlo, prefería a Tomás, siempre, voy a preferir a Tomás.
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Recuerdos del único amor III: Resurrección.
VampirosTercera parte de la novela titulada Recuerdos del único amor. Uno nunca espera perder a la persona que ama, no después de haber descubierto que lo amaba. Judit descubre un gran don y lo aprovecha para traer del vuelta a Tomás, lo cual no sucede, no...