10. Caza vampiros.
Me levanté de la cama que en ese momento me tenía retenida, me dirigí a la cocina para coger algo de comer porque tenía que ir a entrenar con Taylor, según él, aún me quedaba mucho por aprender y en ese momento quería aprender todo, todo lo que me ayude a defenderme para cuando vaya a buscar a Tomás esté preparada para cualquier cosa que pase. Me dirigí al cuarto de Jaison pero no estaba, al igual que en el comedor no estaba Matt. Fui al cuarto donde me encontraba al principio para buscar a Anne o a Jenny pero tampoco estaban. Decidí ir a buscar a Taylor que en ese momento se adueñaba del cuarto de Tomás, coloqué mi mano encima del manojo de la puerta pero la aparté bruscamente arrepentida, alcé la mano para tocar pero nuevamente me arrepentí y me aparté de ella para dirigirme a cualquier otra parte. La puerta se abrió de la nada, me sobresalté y me giré para ver quien era el que me estaba observando desde ahí, Taylor me estaba mirando confundido de que hacía ahí, me limité a sonreír hasta que me di cuenta de que estaba en toalla y rápidamente me puse seria, en ese momento Taylor comenzó a reír, negó con la cabeza y cerró la puerta. Suspiré de alivio y pasé mis manos por el cabello, avancé hasta el salón para sentarme en el sofá y esperar a Taylor para poder ir a ensañar mas trucos de magia, como los llamaba Jaison, Jaison ¿dónde estaba en ese momento? Había tenido un momento bastante incómodo hace dos días cuando Taylor gritó a los cuatro vientos algo un poco raro y que no sonó muy bien para el qué solo escuchara esa parte, solo se me había ocurrido huir por lo que había empeorado la cosas. Taylor salió del cuarto pero esta vez vestido. Suspiré de alivio al verle vestido esta vez y sonreí al darme cuenta de lo que estaba pensando, sonaba tan estúpido.
-¿Vamos, princesa?- preguntó abriendo la puerta del coche. ¿Cómo había llegado hasta ahí?
-Claro- sonreí y me senté en el asiento cómodamente -¿qué ocurrió con tu coche nuevo?
-Bueno- sonrió- después de haberlo estrellado... no quedó muy lindo- dio un giro a la derecha- así que solo lo abandoné- me miró.
-¿Y éste coche?- pregunté con una sonrisa pícara.
-Bueno- miró la carretera- lo pedí prestado- me miró y me guiñó el ojo- claro que el dueño no lo sabe- suspiró y se centró nuevamente en la carretera.
-¿Robaste este coche?- me sobresalté.
-Yo no diría robar- pausó- se lo devolveré- sonrió- cuando tenga mi coche- alzó la mano y señaló un coche- un coche como ese- silbó alagando al coche.
-Osea que nunca- me burlé.
-No sea tan negativa, princesa- pausó- en menos de un mes estaré conduciendo ese coche.
-¿Cómo?- pregunté curiosa alzando una ceja.
-Lo robaré- sonrió de un lado- bueno, lo pediré prestado- me miró- al igual que este.
-Imbécil- me crucé de brazos y miré la carretera enojada.
-Ya empezamos con los insultos- sonrió- ¿puedes dejar de decirme imbécil?- pausó- solo por este día.
-Entonces deja de decirme princesa- le miré.
-Pero princesa- sonrió- ¿cómo me pides eso?- pausó- bueno, solo por hoy.
-Muy bien- sonreí- nada de princesa.
-Y nada de insultos- pausó- ¿sabes? Yo solo te digo princesa y tu me insultas.
-¿Prefieres que te diga "príncipe"?- reí burlesca.
-Sonaría mejor- sonrió.
-Soñar es gratis- dije irónica.
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Recuerdos del único amor III: Resurrección.
VampirTercera parte de la novela titulada Recuerdos del único amor. Uno nunca espera perder a la persona que ama, no después de haber descubierto que lo amaba. Judit descubre un gran don y lo aprovecha para traer del vuelta a Tomás, lo cual no sucede, no...