18.Contacto.
Era bastante extraño saber que alguien todo el día está metido en tu cabeza escuchando todo lo que piensas, todo lo que sientes. Intentaba evitar a Taylor para no tener que leer su cabeza ni que él leyera la mía, sería algo bastante incómodo y algo que quería evitar a toda costa. Para mi era difícil expresar lo que sentía y mas si alguien lo sabía, me generaría mas presión.
El sol se reflejaba en el pequeño charco de agua de lluvia de la noche anterior, un pequeño destello de luz se reflejo en mis ojos lo que hizo que apartara la cara de forma molesta. Miré detrás mio donde se encontraba Matt abrazado a Anne, al parecer eran novios y no se lo querían decir a nadie, esos dos llevaban enamorados un largo rato y todos sospechaban que en algún momento serían algo mas que amigos. Sonreí levemente al ver lo que feliz que se veían juntos, abrazados y enamorados, que era lo que importaba mas de todo lo anterior. Taylor salió de su habitación y esbozó una sonrisa al ver que Anne y Matt estaban abrazados mientras dormían en el sofá, viendo una vieja película en la televisión. Noté que no se había fijado en que le estaba observando, de un momento al otro me miró como si hubiera oído lo que pensé, algo avergonzada me giré y seguí mirando el cielo intentando disimular que cada vez que cerraba los ojos su nombre aparecía en mi mente. Las manos de Taylor se posaron en mis hombros intentando girarme lo cual consiguió al instante, quedé mirando sus hermosos ojos azules haciendo juego con los mios, miré sus labios rojos y carnosos los cuales ansiaba besar, abrió la boca para pronunciar algo pero luego calló y siguió observando mis ojos como si anhelara verlos.
-¿Y si nos escapamos un momento?- pensó. Asentí con la cabeza, cogí su mano aterrada de perderlo en el recorrido, salimos a hurtadillas por la puerta hasta llegar a su coche.
-Si podemos tele-transportarnos ¿por qué usamos el coche?
-Quiero seguir sintiéndome humano- me miró después de una pausa.
-¿Dónde me llevas?- sonreí.
-Es una sorpresa.
-No me gustan las sorpresas- sonreí.
-Es lo que hay- alzó los hombros.
Siguió conduciendo sin esperar alguna respuesta proveniente de mi, yo tan solo miraba por la ventana intentando no encontrarme con su mirada fijada en mi. Prendió la música y comenzó a cantar con tantas ganas que de no ser por que cantaba mal creería que era un cantante profesional. Aparcó el coche y de la parte trasera sacó una venda la cual colocó en mis ojos de una forma cuidadosa aterrado a herirme, apartó mi cabello a la vez que masaje aba mi cuello con cariño, suspiré y me giré con los ojos vendados, solo veía una tela roja frente a mi.
-¿Y bien?- pregunté- intenta no pensar mucho, recuerda que puedo escucharlo.
-He practicado bastante eso, princesa- noté como sonreía.
-¿Dónde me llevas?- pregunté mientras él cogía mi mano cuidadosamente.
-Apoya el pie- dijo mientras me ayudaba a bajar del coche- eso es sonrió- ahora solo camina.
-Cómo me estés...- comencé mi amenaza.
-Vamos, princesa- pausó- confía en mi- se detuvo- sienta te- me ordenó.
-Taylor...- peiné mi cabello algo nerviosa. Decidí sentarme, noté como me apoyaba en una fría piedra la cual con el sol estaba comenzando a calentarse, mis piernas desnudas rozaron la áspera roca cubierta de arenilla que se deslizaba al apoyar mi cuerpo en ella.
-Como una princesa- se arrodilló- te voy a tratar- sacó mis zapatos con delicadeza, noté como se deslizaba mi pie por el resbaladizo zapato que ahora se encontraba apoyado en el suelo- ahora para te- me cogió de la mano y me dirigió con sus pasos.
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Recuerdos del único amor III: Resurrección.
VampireTercera parte de la novela titulada Recuerdos del único amor. Uno nunca espera perder a la persona que ama, no después de haber descubierto que lo amaba. Judit descubre un gran don y lo aprovecha para traer del vuelta a Tomás, lo cual no sucede, no...