Recuerdos del único amor III: Resurrección.

Capitulo 17

17. Conexión.

Extrañaba ir a ensayar lo que sea, ya sea lucha o magia al hermoso prado floreado en el cual me sentía libre y yo misma, aún que no lo pensaba o no lo decía, prefería mil veces ensayar en el prado antes que en cualquier otro sitio, ya era parte de mi. Alcé la mirada y vi como Taylor seguía realizando hechizo para intentar revivir las plantas y árboles que había quemado por su culpa, aún que no pronunciara palabra al respecto sabía que se sentía culpable, después de todo, como él decía, la naturaleza es parte de un brujo o bruja y al estar conectado con ella y verla sufrir era unas de las cosas mas dolorosas que podía pasar, uno preferiría mil veces morir antes que escuchar los llantos de la naturaleza retumbando en tu cabeza todo el tiempo, al no estar completamente conectada con ella, no sentía nada pero aún así podía notar lo triste que se sentía ese lugar en ese momento. Matt iba a hacer un hechizo para poder deshacer la hipnosis sometida por Taylor ya que si por alguna razón se me ocurría quemar el bosque, no olvidaría a Taylor, no quería olvidarle. Me aterraba un poco que Matt hiciera el hechizo ya que lo de la magia no era algo nuevo para él pero tampoco era algo que tuviera practicado al cien por cien. Taylor se encontraba sentado al frente mio, con los ojos cerrados y con lágrimas cayendo por ellos, sus manos posadas en el pasto que le rodeaba en un círculo y con la nariz sangrando desde hace un momento. Me acerqué a él para decirle que parara, eso podría matarlo pero él solo negaba y seguía concentrado en recuperar la naturaleza. Me senté a su lado y coloqué mi mano sobre la suya intentando que con cada respiro le diera mas fuerzas, notaba como con cada segundo un dolor se iba provocando mas fuerte en mi cabeza, los gritos y llantos de la naturaleza retumbaban en mi cabeza sin cesar. Una gota de sangre comenzó a salir de mi nariz la cual en un instante se posó en mis labios bañándolos, lamí mis labios sintiendo el amargo sabor a mi sangre, el sabor a hierro tocar mis pupilas gustativas, pasaron varios minutos y sin poder aguantar un minuto mas caí rendida al suelo, intenté abrir los ojos pero sucedió lo contrario, los cerré aún con mas fuerza. Desperté tumbada en el sofá blanco manchado con sangre que aún goteaba de mi nariz, busqué el rostro de Taylor o alguien, la imagen borrosa de Taylor que a cada minuto se volvía mas clara apareció frente a mis ojos.

-¿Qué ocurrió?- pregunté intentado levantarme pero un fuerte dolor golpeó mi cabeza.

-Me ayudaste- sonrió- todo volvió a hacer como antes, incluso está mas hermoso que antes.

-¿Todo volvió?- sonreí- era la primera vez que me unía a un brujo y lo conseguí- sonreí levemente notando un fuerte dolor en mi cabeza- ¿dónde está Matt?

-Dentro- señaló con la mirada su habitación- ¿quieres que te cure? Aliviaría el dolor.

-No hace falta- posé mi cabeza en el respaldo de el sofá.

-Siento haberte alejado de mi- comenzó- no quería...

-Tranquilo- sonreí- solo quiero deshacer el hechizo para poder cerrar los ojos tranquila, sin despertar en medio del prado otra vez quemado y sin acordarme de ti.

-Puedo volver a hipnotizar te- propuso.

-Prefiero dejar eso- esbocé una sonrisa- ¿podemos ir a practicar magia?- me senté poco a poco- quiero ver como quedó todo- apoyé mis manos en el sofá para poder sentarme bien.

-Vamos rápido- me extendió la mano, la cual agarré al instante- tailport.

Aparecí en el prado, los árboles estaban en el mismo lugar donde estaban solamente que mas felices, mas brillantes. Miles de flores diente de león volaban a mi alrededor perseguidas por algunas mariposas, el pasto crecía a cada paso que daba, el sol brillaba con tanta fuerza, el viento soplaba fuertemente y unas flores se soltaron golpeando mis piernas.