Recuerdos del único amor III: Resurrección.

Capitulo 5

5. Intentos.

Nos dirigíamos nuevamente al departamento de Jaison y Anne, pero esta vez acompañados de el brujo no hace poco intentó matarme y con Matt, ¿y cómo olvidarme de Jenny? Íbamos en el coche completamente apretados, como siempre, iba conduciendo Anne, a su lado iba Matt, luego venía Jenny en la parte de atrás, a su derecha iba el brujo el cual se me olvidó su nombre, luego venía yo, apretada e incómoda con Jaison a mi derecha y el brujo a mi izquierda. En ese momento estaba mirando la carretera mientras oía la respiración constante de Jaison, la lluvia bañaba los vidrios del coche y dejaba ver una pequeñas gotas deslizarse por el sucio y empañado vidrio que apenas dejaba ver a los demás coches desfilar por la carretera. Comencé a temblar del frío a la vez que caía en un sueño del cual no quería despertar, llevaba un día y medio completo sin dormir por andar pendiente de el brujo, podía escaparse y entonces perdería la única forma de traer a Tomás a la vida. Desperté dos horas después con una manta cubriendo mi cuerpo, todos estaban fuera del coche, al parecer estábamos en un bosque o algo parecido por la cantidad de árboles que nos rodeaban en ese momento. Me alarmé de no ver a nadie dentro del coche así que solo salí al exterior para ver si encontraba a alguien, nada, estaba todo completamente vacío, de no ser por el coche gris en el medio de la nada, comenzaría a preocuparme por no poder salir.

-De nada- pegué un pequeño salto al oír esa voz tras mi oreja-¡lo siento!- rió.

-Eres...- comencé mi insulto pero entonces me percaté de sus primeras palabras "de nada"- ¿de nada?- pregunté intrigada.

-Yo te puse la manta- dijo con una sonrisa.

-Ah...- pausé- gracias ...- dije con tono de pregunta ya qué no recodaba su nombre.

-Taylor- terminó mi frase.

-Taylor- repetí con una sonrisa- gracias- me fijé en mi al rededor- ¿dónde estamos?

-Bueno- sonrió- el coche se averió así qué tendremos que vivir en esta jungla hasta el resto de los tiempos.

-¿Qué?- me alarmé.

-En realidad...- comenzó.

-No me puede pasar esto a mi- comencé a dar vueltas sobre mi mientras colocaba mis manos en mi cabello- ¿cómo haré que vuelva ahora?

-En realidad- continuó mientras detenía mis vueltas- estaban cansados así qué nos detuvimos para que descansaran y estiraran un poco las piernas.

-Ah...- dije con tranquilidad y sintiéndome como una estúpida en ese momento- yo...

-Tranquila- sonrió- ¿para qué quieres el hechizo?

-Resucitar a mi novio- sonreí-¿cuánto tiempo estaremos aquí?

-Esta noche solamente.

-¿Dónde dormiremos?

-Bueno, suerte que tu otro novio está equipado- miró el coche- lleva dos tiendas de dormir en el maletero con mantas.

-¿Otro novio?- me percaté de qué los demás no estaban- ¿dónde están los demás?

-Fueron a buscar madera para hacer una fogata- se refregó los brazos- está empezando a hacer frío.

-Perfecto- caminé hasta un tronco y me senté en él.

Pasaron treinta minutos, tal vez mas, no tenía hora en ese lugar perdido en la nada. De los arbustos empezaron a salir Anne y los demás con tronco en los brazo, llegaron y los tiraron al suelo con cansancio, seguidamente se tumbaron en el suelo frío que nos rodeaban en ese momento.