15. ¿Celosa?
No me había vuelto a dirigir la palabra, solo había silencio entre nosotros y por alguna razón eso me molestaba bastante. Taylor, la persona a la cual odiaba me estaba ignorando, era extraño lo que sentía hacia él, le odiaba, si, pero a la vez algo me comía por dentro cuando no le veía, no sé si es porque me hace reír con su estupideces o... no quiero ni pensarlo. Salí del cuarto de Anne y Jenny en el cual llevaba durmiendo hace un tiempo, Anne se disculpó por haberme roto la nariz, tres costillas y destrozado el estómago. Caminé hasta llegar al cuarto de Jaison, el cual estaba al lado de nuestra habitación, estaba durmiendo tranquilamente, sonreí ligeramente al verle dormir. Aparté mi rostro metido en su cuarto y retrocedí hasta mi cuarto, giré el manojo de la habitación pero un ruido proveniente del cuarto de Taylor llamó mi atención. Me giré bruscamente a la vez que miraba buscando su rostro en alguna parte, estaba saliendo en pantalones de su cuarto de forma cautelosa, cerró la puerta a la vez que miraba a todos lados observando si alguien venía. Me escondí en mi habitación, a la vez que miraba a través de la puerta con mi visión rayos x el cual Taylor me había enseñado. Observé como avanzaba de puntillas intentando hacer el menor ruido posible, sin querer golpeó un cuadro el cual se cayó al instante, hizo una mueca extraña y miró a su al rededor por si alguien le había visto. Suspiró y volvió a colocar el cuadro donde estaba, no me había fijado antes de que ahí había un cuarto. Siguió andando hasta llegar a la puerta de salida, la cual abrió y cerró cautelosamente. Decidí seguirle para ver hacia donde iba y que buscaba en ese lugar, me puse unos pantalones apretados, los cuales me costó bastante poner y una camiseta normal, para después salir por la puerta intentando hacer el menor ruido posible. Busqué su mirada en medio de toda la gente hasta que la encontré, le vi meterse en un callejón donde tiran la basura, un hombre vestido de negro entró a la vez, llevaba un sombrero que no dejaba ver bien su rostro, Taylor sacó un sobre color piel y algo arrugado del interior de su chaqueta, le cual se lo entregó a aquel hombre. El hombre se fue por donde había venido y Taylor suspiró preocupado, decidí ir a hablar con él para ver que era lo que ocurría, hace dos días que no hablaba con él y era bastante extraño todo lo que estaba ocurriendo. Salí de detrás del coche en el cual llevaba escondida todo el tiempo, de la nada apareció Jenny pasando por mi lado sin reconocerme, tapé mi rostro con las manos a la vez que le daba la espalda. Se acercó a Taylor algo furiosa pero al verle le abrazó sin pensarlo, se separó de él para luego rozarle los labios algo indecisa pero Taylor asintió levemente y la besó. Estuve a punto de salir de detrás del coche pero algo me lo impidió, miré algo enojada y me fui al departamento del cual no debería haber salido. Me senté en el sofá cruzada de brazos mientras esperaba a que Taylor y su nueva novia llegaran, mi rostro había cambiado de un color blanco a un rojo, mis mejillas se tornaron rojas al igual que todo mi rostro.
-Todo estará bien- Jenny entró por la puerta y antes de llagar al salón, a mi vista, le detuvo- te lo prometo- sus labios se juntaron y una lágrima molesta salió por mi ojo. Llevaba tiempo sin llorar y el primero en sacarme una sonrisa sería el primero en sacarme una lágrima.
-Hola- dije en cuanto entraron al salón tomados de las manos las cuales Jenny soltó en cuanto me vio- ¿dónde fueron?
-A dar un paseo- dijo él.
-¿Con un sobre?- sonreí- ¿y alguien que no conocías?
-No se a qué te refieres- avanzó junto a Jenny.
-Vamos Taylor- sonreí- ¿crees que soy estúpida?- pausé- te seguí.
-¿Qué quieres que te diga?- dijo- hablé con un hombre ¿y?
-¿Qué le entregaste?
-No te importa.
-¿Y que hacía Jenny ahí?- pregunté.
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Recuerdos del único amor III: Resurrección.
VampiriTercera parte de la novela titulada Recuerdos del único amor. Uno nunca espera perder a la persona que ama, no después de haber descubierto que lo amaba. Judit descubre un gran don y lo aprovecha para traer del vuelta a Tomás, lo cual no sucede, no...