Romeo y Julieta

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Capitulo 6

Romeo y Julieta

-. Lo siento, no era eso lo que quería decir. - Me disculpe de inmediato mientras sentia mi cara arder como un tomate.

El comenzó a reír.

Listo.

Hasta aquí llegamos.

¡Trágame tierra!

-. Tranquila, suele pasar. Soy irresistible.

Egocéntrico de mierda.

Lo sé.

-. Baja de tu nube Drave, solo fue una confusión. - Trate de disimular.

-. Tranquila no le diré a nadie te tu pequeña confusión. - Me guiño un ojo divertido.

-. Tengo cosas que hacer asi que deja de decir estupideces.

El se rio aun mas fuerte y luego me paso el brazo por los hombros.

-. Bien bien cálmate gruñona. Vamos a la heladería.

-. ¿Richard? - Dije sorprendida al verlo detrás del mostrador de la heladería.

-. ¿Qué tal Viqui? - Saludo el con su maldito apodo.

Contrólate Vic, es solo Richard.

-. ¿Comenzaste a trabajar aquí? - Dijo Drave entregándole un billete.

-. Lo que hace el aburrimiento. - Se encogió de hombros.

-. Ya no tendrás que preocuparte por trabajar Vic.- Dijo Drave juguetón.

¿Perdón? ¿Y este igualado quien se creyó?

-. No lo creo. - Dije forzando una sonrisa sacándole una carcajada.

Al parecer a Richard no le molesto el comentario en absoluto. Estaba con una sonrisa de oreja a oreja.

Tuve la idea de que incluso ya hasta le podría haber contado a Drave lo que sentía por mi y a raíz de eso Drave hizo ese comentario.

-. No te molestes cariño, tendremos una linda casa. - Dijo Richard siguiéndole el juego a Drave.

Dime que no acaba de decir eso.

Dios mío ya llévame.

La cara juguetona de Drave se puso seria, algo mas abordando su rostro. No estaba segura si incomodidad o molestia. Probablemente lo primero, no habría razón para molestarse.

Aun asi eso me hizo descartar mi idea de inmediato. Pero tuve otra.

¿Ahora el incomodo es el?

Veamos como se siente ahora.

-. Por supuesto querido, una linda y gran casa. Y con muchos perritos. - Nótese mi sarcasmo.

Richard era emoción pura, parecía haber ganado el premio Nobel. Pero Drave era otra historia.

El aludido se aclaró la garganta.

-. Un helado de coco y uno de menta, quédate con el cambio. - Dijo sonando mas serio de lo que debería.

¿Pero que le pasa a este?

-. Aquí tienes mi Julieta. - Richard ni siquiera se había dado cuenta del repentino cambio de Drave. El seguía flotando en el cielo lleno de corazones.

Me entrego mi helado de coco, que por cierto, no tenía idea de cómo Drave sabía que era mi sabor favorito.

Existe la casualidad ¿Sabes?

La apuesta de tu corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora