La apuesta de tu corazón

Sospechas de Doble Filo

Introducción: Hola hola!! Segundo capítulo editado hoy, mi meta es corregir cuántos cómo sea posible. Estoy muy entusiasmada por retomar mi libro. Que lo disfruten!! Con cariño.

Delfy

Capítulo 44

Sospechas de Doble Filo

-. ¡Viniste! - Dijo Zack al ver a Drave entrar por el umbral.

Él asintió con una sonrisa de boca cerrada mientras todos se acercaban a saludarlo. Yo, en cambio, fingí estar moviendo una lámpara de lugar, evitando el contacto visual.

-. No pude pasar a dejarlos por la mañana. Lamento la tardanza. - Explicó Drave, entregando una bolsa que, supuse, contenía los esperados fuegos artificiales.

-. Bien, ahora que estamos todos, solo nos queda esperar. En cualquier momento llegará Marina con Chris. - Comentó Zack, dándole una palmada en la espalda.

Pero Drave negó con una sonrisa incómoda.

-. Chicos.. yo debo irme. Solo pasé para dejar los fuegos artificiales. - Se disculpó, y su voz sonó como un eco distante.

Inmediatamente, una ola de protestas estalló a su alrededor. Le decían que debía quedarse, que la fiesta no sería igual sin él.

Yo me quedé al margen, con un aire de indiferencia que, en realidad, me costaba mantener. No me gustaba la forma en que todos lo rodeaban, ni la manera en que él parecía ignorar mi presencia.

-. Acompáñanos a sorprender a Marina y luego te vas. No aceptaremos un no por respuesta. - Insistió Jules con una sonrisa.

Drave, después de un momento de duda, asintió, rendido. La pregunta seguía en mi mente: ¿Qué era tan importante que lo obligaba a irse tan pronto?

Después de un momento, Emmy aplaudió para que nuestra atención se dirigiera a ella. 

-. ¡Chicos! Recuerden que en dos días es 20 de noviembre. ¡Se harán públicos los participantes de la apuesta! Espero buenos resultados y un buen castigo para el perdedor. - Anunció.

De repente, el recuerdo me golpeó como un balde de agua fría. ¿Cómo había podido olvidarlo? Drave, el maldito Drave Adams. Había estado tan concentrada en lo que estaba pasando que la apuesta había pasado a un segundo plano.

Ni siquiera sabía con certeza quién era el otro jugador. ¿Richard? Quizás. Pero, ¿Cuál era su misión? No había nada que me hiciera sospechar de él, nada que pareciera fuera de lo normal. O estaba ciega, o el otro jugador se había rendido desde el primer día.

-. Podría comer tierra. - Comentó Jeremy, con una sonrisa burlona.

-. No tenemos nueve años amigo. - Le dijo Megan.

Así comenzaron a debatir sobre el castigo para el perdedor. Yo solo me reía de las tonterías que proponían, intentando distraerme de la creciente ansiedad que me invadía.

¿Ríes para no llorar, eh?

Cállate.

Sentí que alguien me miraba, pero no devolví la mirada. No quería volver a caer en ese círculo de incertidumbre. No podría soportarlo. Así que fijé la vista en mis pies, ignorando el peso de esos ojos verdea sobre mí.

De repente, escuché el sonido de un auto llegando. Pero los demás parecían no haberlo notado, continuando con sus charlas animadas.

-. ¡Oigan! ¡Es hora! - Grité, aunque no tan alto.

Se callaron inmediatamente, apagaron las luces y nos escondimos.

-. ¡Ey, más cuidado Hulk! -  Escuché la voz de Marina, y una risa cómplice recorrió el grupo.