Máscaras Caídas

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Introducción: Hola holaa, muy buenas a todos por aquí. Tuve algunas complicaciones al escribir este capítulo, lamento la demora. Pero como dicen, si la espera es larga la recompensa es buena. Ok, en realidad me acabo de inventar eso. ¡Que lo disfruten! Capítulo actualizado correctamente.

Delfy :)

Capítulo 47

Máscaras Caídas

Un movimiento brusco me sobresaltó. Me desperté de golpe, con el corazón latiendo en mis oídos.

-. Lo siento por eso. - Dijo una voz que, después de unos segundos, reconocí como la de Drave.

Mis ojos tardaron en acostumbrarse a la oscuridad, pero cuando lo hicieron, supe dónde estaba: su carro. Sentí algo pesado sobre mí, lo que me hizo fruncir el ceño.

-. ¿Qué es esto? - Murmuré, todavía adormilada.

-. Una manta. - Dijo él, seco. Sin apartar la vista del camino.

Eso podemos verlo, Einstein.

Quería preguntarle por qué me había arropado. Pero me tragué la duda, como siempre. Había algo en el silencio entre nosotros que parecía más pesado que la manta. 

-. ¿Cuánto tiempo dormí? - Pregunté.

-. Una hora. - Respondió, su tono monótono.

Miré la hora: eran las tres de la madrugada. Llevábamos ya cuatro horas en la carretera, y el cansancio empezaba a hacerse evidente en la rigidez de su postura.

-. ¿No quieres descansar? Puedo manejar algunos tramos. - Ofrecí, aunque sabía que lo rechazaría.

Negó con la cabeza, y no insistí.

-. ¿Alguna noticia?

Volvió a negar, pero añadió:

-. Ah, tu teléfono estuvo sonando. - Agrego.

Mierda, mamá.

Lo olvidaste.

Tome mi teléfono y lo encendí. Efectivamente tenía tres llamadas de mi mamá. Suspire, mordiéndome el labio. Mamá debía estar preocupada, pero llamarla ahora solo empeoraría las cosas. Verme despierta a estas horas le daría más motivos para alarmarse.

Guardé el teléfono en silencio, tratando de ignorar la sensación de culpa que se asentaba en mi pecho.

De repente, el tablero se iluminó con una llamada entrante de Megan.

-. ¿Qué ocurre? - Preguntó Drave, respondiendo la llamada al primer tono.

-. Drave, ya no avances más. - Ordenó ella con voz firme.

Él se estacionó de golpe, como siempre. Lo miré mal, irritada por su brusquedad.

-. ¿Pero habla no? - Dijo él, con un tono aburrido.

Megan suspiró, claramente molesta.

-. No se porque sigo trabajando contigo. Pararon en una localidad cercana. Enviaré la ubicación exacta en unos minutos. - Dijo rápidamente.

-. Entendido. - Respondí.

Colgó y, casi al instante, la nueva ubicación apareció en la pantalla. Estaba al este, a unos siete kilómetros. Drave volvió a arrancar el auto, casi de inmediato.

Mientras tanto, otra llamada comenzó a sonar. Esta vez, era Zack.

-. ¿Hola? - Lo escuchamos en la otra línea.

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