Capítulo 7

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Visorias

Se encontraba caminando con un balón de Voleibol en la mano girándolo caminando alrededor de una cancha de la escuela, dobla una esquina y de repente hay jugadores dentro, los reconoce de inmediato, son de su equipo escolar, hay uno contrincantes a quienes no les ve la cara, rostros que están ocultos bajo una sombra negra.

Todos lo veían esperando a que realice un saque, él se pone en guardia haciendo un saque flotante, al instante en que golpea el balón todo el mundo desaparece y su campo de visión se limita a un metro a la redonda de él, fuera de esto no lograba ver nada más que oscuridad, miró el suelo, seguía el suelo de la cancha, camino por inercia hacia adelante unos metros.

-¿Quieres saber quién soy? – el lugar se inunda de una voz femenina, la ha escuchado miles de veces, pero no consigue reconocerla.

Se detuvo de golpe cuando la voz empieza con un eco, da vueltas en su mismo sitio buscando el origen de esa voz.

-¿Quieres saber quién es la chica que te escribe esas cartas de ceniza? – vuelve a preguntar.

-Si... No – se contradice a sí mismo, aunque claro la verdad es que realmente él quiere saber quién las escribe.

- Siempre he estado frente a ti, solo quítate la venda – le pide la voz volviéndose lejana.

Despierta de golpe levantándose de la cama bruscamente, se toma la cabeza con las manos maldiciéndose mil veces, debe de estar loco ahora sueña con la persona que le escribe las cartas, se quita el sudor de la frente dando vueltas por su habitación, el desmayo fue la primera advertencia de que se está volviendo loco y estos sueños es la segunda prueba de ello.

A veces están despistado, que no se da cuenta que trae una carta en la mano, se quiere tallar los ojos con la mano izquierda, pero se da cuenta que trae algo en la mano, su enfado crece al recordar el sueño.

-¡No quiero saber quién eres! – miente hablándole a la carta.

Ni siquiera la lee, la deja directamente en su cajón metiéndose a la ducha.

-Agua fría es lo que necesito- se repite en voz alta una y otra vez.

Se trata de convencer que no quiere conocer a la chica, quiere que dejen de mandarle cartas ni siquiera sabe cómo llegan a él, su casa es imposible que alguien entre durante la noche, la seguridad que tienen nunca lo permitiría, ¿Entonces cómo rayos le llegan las cartas?

El agua fría sirve para despertarlo, siempre lo usa como analgésico y para sentar cabeza, tiene cosas más importantes de que preocuparse entre ellos las visorias de hoy, son los días de entrenamiento en los que le toca más analizar a los que vienen que entrenar, es su primera vez seleccionando y la última.

Sus pensamientos son claros tiene que escoger 1, 2 y 3 grado para que el equipo tenga integrantes, los que sean de 4, 5 y 6 tienen que ser muy, pero muy buenos para quedar en el equipo debido que solo los que se saldrán del equipo más rápido.

Sale de la ducha enrollando la toalla en la cintura se para frente a su gran lavabo cepillándose los dientes, las gotas de su cabello caen con lo mojado que esta, escupe la espuma enjuagándose la boca, se mira en el espejo fijamente.

-Sigo igual de guapo – se dice yéndose a su recamara.

Se cambia rápido, metiendo toallas nuevas y ropa de cambio en su maleta deportiva. Mira la pantalla de su celular dándose cuenta que son las cuatro de la mañana, mira dos veces la hora confirmando la hora. Él creía que ya era hora de irse a la escuela.

Cartas de Ceniza. Completo ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora