La abuela sabe cosas
La semana pasó volando y cuando menos lo esperaban ya era viernes, la abuela Grace se levantó más temprano de lo normal para empezar a preparar las cosas para cuando lleguen los amigos de su nieto. No sabe por qué, pero ahora le entraron ganas de preparar especialmente ella la comida, por lo cual en cuanto se levantó salió disparada con su mayordomo al supermercado para que no le hiciera falta nada.
En el camino le recuerda a su nieto de la comida para que no lo olvide, su nieto quien conduce tranquilamente a su escuela solo, porque Elías empezó a pasar por Faby y pues a él ya no tiene a quien llevar así que se la pasa solo en su auto. Tampoco es que fuera algo nuevo, solo se había acostumbrado a ser chofer y ahora que no lo es extraña serlo.
Aparca en un lugar y sale de su camioneta, también últimamente llegaba y los Jones también, solo que ahora parece que madrugaron, la camioneta de Elías y la motocicleta de Blake se lo confirman, ambos están estacionados de manera consecutiva en el mismo lugar de siempre.
Prosigue su camino entrando al gran instituto, algunos estudiantes ya están caminado por los pasillos, otros están detenidos sacando y metiendo sus pertenencias en los casilleros, algunos ojean a Matías cuando camina en medio del pasillo, varios conocidos lo saludan chocándole la mano y otros con un leve asentimiento, eso le encanta. Ser el centro de atención en todo lugar.
A la distancia encuentra a la perfecta victima para molestar, se está escondiendo del mundo en su casillero, Matías no lo duda ni un segundo en trotar tratando de hacer el menos ruido posible para asustarla de la misma manera que ella lo ha hecho.
-¡Te atrape con las manos en la masa! – le grita prácticamente detrás de ella, Camile da un brinco por el susto cerrando por inercia su casillero. Cuando voltea se da cuenta de quien se trata e inmediatamente se relaja.
- ¡Me has asustado imbécil! – le dice golpeándolo el en hombro.
- ¿A quién me recuerda que siempre me encontraba así y me asustaba? – le inquiere sonriéndole picadamente.
Ella en cambio rueda los ojos interponiéndose para que no vea lo que tiene escondido en el casillero, él nota que algo esconde por lo que prefiere preguntar.
- ¿Qué tienes ahí que no quieres que vea?
- Son revistas de chicos completamente desnudos que me encanta ver – improvisa rápidamente, él encaja una ceja curioso por su respuesta. - ¿Tienes algo importante que decirme? Si no vete para que siga deleitando mi vista – le mueve la mano indicándole que se vaya.
Eso despierta más la curiosidad de Matías se inclina a la izquierda para obtener respuestas, pero Camile se mueve a la par negándole que vea lo que sea que oculte. Le sonríe falsamente mintiendo que no oculta nada, Matías mira su rostro en busca de la respuesta obvia dándose cuenta de otros detalles que no le había visto, como las pecas en su nariz y sus ojos profundos que resaltan por el rímel que trae puesto.
- Ya sabía que no eras tan santa como pintas – le dice volviendo a su sitio.
- Cosas de chicas – con la mano oculta busca en su casillero algo con que distraerlo y toca un papel lo saca y se lo entrega. – En realidad miraba esto – le miente mientras él repara la hoja, ella aprovechando su distracción cierra totalmente su casillero echándole llave. Matías observa el papel que le dio con el ceño fruncido - ¿Qué? ¿Qué tiene? – pregunta al ver su cara.
- ¡Haz hecho trámites a la misma universidad que yo! – le dice al recordar a que centro fue a llevar sus documentos.
- No es cierto – le dice ella.
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Cartas de Ceniza. Completo ✔️
Teen FictionCuando quemamos una hoja se convertiría en pequeñas cenizas, pero ¿Qué pasa con ellas después? Muchos pensamos que quizás el viento haría lo suyo y se las llevaría. ¿Pero y si no es así? Ahora, ¿Qué pasa si es una carta, está se enviaría? Flecha. U...