Epílogo

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Semanas despúes ...

-¡Eres muy lento! – se burla Camile acelerando la cuatrimoto.

De todos es la que más destaca al acelerar agarrando ventaja, es un día nublado, pero con ambiente cálido, los 8 han tenido la magnífica idea de venir a pasar unos días fuera de la ciudad para relajar la mente, pues en poco tiempo casi todos entrarán a la universidad. Escogieron justamente el bosque para pasar en unas cabañas, pues hace poco fueron a la playa y ahora tocaba algo más fresco.

Las actividades que se podían hacer en el lugar donde se hospedan son muchas, hay desde tirolesas, práctica de arco o de rifle (donde por cierto Camile y Matías se pusieron en una competencia muy fuerte) hasta cuatrimotos, eso andan ahorita, rentaron cuatro y están como locos paseando con ellas en el terreno destinado para ello. Cada que pasan dejan un rastro de polvo que se pierde al cabo de unos segundos.

Les habían recomendado que no llevaran ropa blanca o de colores claro por que seguramente acabarían bañados de tierra como ciertas personas, ajam... ajam ... Elías y Blake. Más adelante donde habían establecido la línea de meta la cruza triunfalmente Camile con su compañera (Abby) las dos celebran mientras esperan la llegada de sus amigos. En segundo lugar, llega Blake con Kayle, luego Matías con Eloísa y al final Faby con Elías.

-Si que son lentos – se burla Camile quitándose sus lentes que les dieron los empleados del lugar, Matías no deja de burlarse de ella diciendo que parecen lentes de soldador.

- ¡Mi turno! – dice su hermana tomando el control de la moto.

- ¿Si sabes conducir una moto? – pregunta burlón Matías, Abby lo mira mal.

- Claro que sé hacerlo tonto – le enseña el dedo de en medio, Camile se sienta atrás de ella y la abraza por la cintura antes de que vuelva a acelerar perdiéndose en el camino. - ¡Nos vemos después tortugas!

- ¡Vamos Blake! ¡No podemos permitir que nos ganen tus hermanas de nuevo! – Kayle le grita prácticamente en el oído a Blake para que acelere, él lo hace gritando que la victoria será de ellos.

Se les borra la sonrisa triunfal cuando Faby acelera adelantándolos.

- ¡He cuñada! ¡¿Pero que traicionera me saliste?! – le grita acelerando para alcanzarlos.

-¿Quieres conducir tú? – Matías le pregunta a su compañera de moto.

- No sigue haciéndolo tú - dice Eloísa recargándose en su espalda abrazándole fuerte de la cintura, aun no se acostumbra a las velocidades de las motos y le aterra cuando se balancea a causa del terreno inestable.

- Me alegra que nuestra relación haya mejorado – le confiesa. Ella sonríe al recordar como hace poco tiempo antes no podía ni dirigirle la palabra y ahora parecen amigos desde hace años.

- Olvidemos eso – pide avergonzada.

- Nunca se me va a olvidar – se burla él antes de acelerar yendo tras sus amigos.

<<Yo sé que no>> piensa ella disfrutando del paseo.

En eso pasan su tarde de aquí y allá en carreras de cuatrimotos, donde hay de todo tipo de momentos, románticos con quienes tienen pareja, amistosos, divertidos, etc. Dejándolos con buenos recuerdos, terminó su diversión cuando el sol empezó a esconderse, la cabaña que alquilaron es demasiado grande y con muchos cuartos, al llegar todos se repartieron entre los cuartos y los más conchas (Elías y Faby) se adueñaron de la habitación principal y más lujosa que ofrecía la cabaña. A pesar de ser muy grande la cabaña solo contaba con dos baños completos, por lo que era muy común entre ellos en estos últimos días pelearse quien entraba primero.

Cartas de Ceniza. Completo ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora