Capítulo 30

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Orgullo Familiar.

-Pollito... Pollito... Despierta... Despierta... ¡POLLITOOOO! – el grito lo despierta inmediatamente, tal es el susto que brinca y cae de su cama, gruñe queriendo volver a dormir mientras se acomoda en el suelo. – Matías por favor, tienes que ayudarme.

- Mi cuerpo no funciona antes de las 8 – replica él acomodándose mejor en su lugar.

- ¡Son las 10 tonto! – lo sacude mientras él se niega a despertarse.

- Llámame cuando sean las 12.

- Ya vamos tarde para la premiación de las chicas y de Blake – vuelve a insistir Abby. Lo había olvidado, gruñe antes de obligarse a despertarse.

- Ayúdame a levantarme – le pide, Abby con las pocas fuerzas que tiene lo ayuda a levantarse, él sabe que si faltan nunca se lo perdonarán. Antes de baja toma sus lentes del buro y sale acompañado de Abby. Bajan las escaleras observando que los chicos están igual que ayer, excepto Blake que tiene los ojos abiertos y perdidos mirando al techo. En cuanto bajan los dos Blake los mira curioso.

-Buenos días pollito y hermanita, ¿Cómo va la resaca? – dice moviendo la cabeza de su hermana para dejarla suavemente en el sillón y él poder levantarse.

- Igual que la tuya – dice encogiéndose los hombros.

- ¿Qué hora es? – pregunta estirándose.

- Las 10 – dice Abby viendo la pantalla del celular.

- ¡¿Cómo?! ¡¡Joder la premiación es a las 10:30!! – se altera Blake e inmediatamente comienza el caos, Blake despierta a sus hermanos y empiezan los reclamos a Abby que tenía que estar al pendiente, todo mundo se metió a una habitación diferente a bañarse y a cambiarse.

Blake era el más alterado por que no tiene su uniforme deportivo aquí, por obvias razones se lo dio a Elías para que lo llevará a casa a lavarse y seguramente lo regañaran por no llevar el uniforme. A lo cual Matías se ofreció a darle su uniforme ya que él no estará en la premiación.

Las chicas (Faby y Camile) tienen que uniformarse porque también es su premiación. Elías y Abby son los más calmados sin embargo también se apuran.

Salen prácticamente corriendo, Camile y Blake se suben con Matías a su camioneta y los demás a la de Elías. Solo les hace falta volar para llegar a la premiación, en el estacionamiento está un poco más lleno de lo normal y una vez estacionados todos salen corriendo, mamá Cassy y la entrenadora Elisa están en la entrada esperando que sus jugadores impuntuales lleguen pronto.

En cuanto se acercan la madre de Abby se cruza los brazos adivinando el porque vienen tarde y lo deduce al ver como todos tienen puestos lentes de sol.

-Ustedes dos – señala a Camile y Faby – Vayan a la cancha ahí sus compañeras les darán instrucciones. Y ustedes – señala a Matías y a Blake – Váyanse a cambiar.

- Pero si yo no estaré en la premiación – replica Matías confundido.

- Logré convencer al director que te dejara ser partícipe de ello, así que ¡Muévanse! – los apura, Faby y Camile corren a la cancha seguidos de Abby y Elías.

- ¿Cómo le hacemos? Yo traigo su uniforme – puntualiza Blake. Mamá Cassy le avienta una bolsa al pecho, revisa el contenido y le sonríe agradecido a su madre. – Te he dicho que eres la mejor.

- Ya cállate que estoy enojada con ustedes, sin embargo, apúrense – dice tratando de sonar molesta, se da la vuelta y se le escapa una sonrisa que ninguno de sus hijos ve, claramente le recordó a su juventud, donde su hermana, su esposo y cuñado siempre hacían lo mismo.

Cartas de Ceniza. Completo ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora