Cartas de Ceniza. Completo ✔️

Capítulo 1 ❤‍🔥

Primera Carta de ceniza

El día comenzó, una mañana de un nuevo día se ha levantado, pero para Matías no, es una mañana enfadosa ya que tendría que ir hoy a la escuela. Ni se quejaba, tenía una vida envidiable. Es de los más guapos de toda la preparatoria, es el capitán del equipo de Voleibol, tiene como novia a la chica que todo el instituto quiere (puede que algunas veces sea un poco insoportable) aunque le encanta ser la envidia de todos.

En ese momento abrió los ojos fijando la mirada en el techo, tratando de ver si había un cambio en él, como siempre, veía su mismo techo. Está vez se levantó con una extraña sensación, ni él sabe cómo sentirse es como si supiera que pasó algo durante la noche, a su vez no tiene ni la menor idea de que es lo que pasa. De repente, capta el olor a quemado por su habitación, extrañado empieza a recorrer con la mirada en busca de algo que se pudo haber quemado, pero no lo encontró. El olor es básicamente el mismo de cuando quemas una hoja de papel.

Sintió algo liviano en su mano, entonces frunció el ceño al notar el objeto en su mano. Era una hoja con un mensaje escrito a mano, lo curioso es que sus orillas estaban quemadas, la hoja se veía claramente que era arrancada de algún cuaderno.

«Se les habrá pasado la carta» pensó burlón analizando la carta. Se le hacía curioso que no sintió a nadie dejarla sobre su mano considerando que es de sueño liviano, finalmente después de darle tantas vueltas decidió leerla.

Querido Matías:

Te escribo en la madrugada del lunes, solo para culparte de mí insomnio...

Frunció el ceño un poco incómodo al leer algo tan cursi, no está acostumbrado a que le digan palabras dulces, después de los miles de problemas que sufre su madre por su padre, le dan arqueadas las palabras dulces; sobre todo porque piensa que el amor es la fuente de la tristeza de la gente, incluida su madre. No parece firmada por nadie, solo se alcanza a ver una F, porque justo la quemadura de la carta no deja ver quien lo firmo.

Trata de pensar en alguien con nombre con F, pero no se le hace conocido, por lo que prefiere llamar a su novia, tal vez fue ella quien la escribió. El timbre del teléfono suena tres veces antes de que le respondan.

–¿Hola? –Contesta con poco interés.

–¿Una carta de amor? Creí que no fueras de esas chicas que escriben cartas –dice recostando su cabeza en el cabezal de su inmensa cama. Una de las razones por las que empezó a salir con Amber fue que no es tan cursi, se preocupa más por su apariencia que por unas palabras dulces de novia a novio.

–Mmm... ¿Pasaras por mí? –Ignora su pregunta, por los sonidos que emite, Matías piensa que de seguro estará maquillándose.

–Si quieres si.

–Excelente, ¿Qué carro llevarás?

–El Jeep, oye sobre la carta sabes que....

–Cambiaste la aromatización de tu camioneta, sabes que soy alérgica a la canela, espero que hayas puesto el de olor de lavanda. A propósito, mi papi hará una fiesta el próximo sábado en la mañana, no te pido que vayas, te exijo que te presentes y no acepto un no como respuesta.

–Lo siento, pero tengo partido y...

–¡Diles que no irás! ¡Que tienes cosas más importantes que hacer que estar en un aburrido juego!

Estás cosas son las que lo puso en duda al momento de pedirle que fuera su novia. De hecho, ni siquiera él se lo pidió, fueron a una fiesta y los dos se pasaron de tragos, a la mañana siguiente todo internet estaba infestado con la noticia que Amber era oficialmente la novia de Matías. Nunca supo a ciencia exacta lo que paso en esa noche, pero aun así aceptó que empezaran a salir, ya que los Goyle son una familia adinerada gozaba de sus lujos, también eran muy influencies con la prensa.