La Forma En La Que Te Amo (KookMin)

V

Jimin se sintió mejor después de tomar dos pastillas que el doctor le había dado.

Luego de que Jungkook escuchara el susurro de su novio, había corrido al departamento del rubio y lo había llevado a la primera clínica de maternidad que encontró. Ahí Jimin fue registrado y enviado al pabellón de M-preg, donde fue atendido por un doctor alto y de cabello castaño llamado Kim Namjoon, quien amablemente le dijo al rubio dónde cambiarse y al pelinegro dónde pagar.

Jungkook temblaba de preocupación cuando el doctor Namjoon revisó a Jimin y le hizo una ecografía. Seguido a eso le dio dos pastillas al rubio y salió de la oficina. Regresó media hora después y ahora ambos chicos esperaban a que el hombre terminara de escribir algo en su libreta.

— Todo está bien —soltó el doctor con una sonrisa y le entregó a Jimin una pequeña fotografía de la ecografía en la que solo se veía un punto blanco, que le había explicado con anterioridad, era su bebé— El embrión tiene el tamaño perfecto para sus cuatro semanas y Jimin también tiene buena salud. El sudor frío solo se debió a que durante el día vomitó mucho, pero es normal en esta etapa.

— Entiendo... —soltó Jimin rascándose la nuca y el doctor solo asintió.

— Te daré píldoras de ácido fólico y pastillas para las náuseas —El castaño sacó de un estante dos frascos— Es importante que los tomes todos los días y así te sentirás mejor. De todas formas puede que te sigas sintiendo asqueado con los productos marinos, trata de evitarlo, pero si de todas formas vuelves a vomitar, es completamente normal, así que no se asusten. Es importante que comas saludable y te mantengas en un ambiente tranquilo —Jungkook y Jimin asintieron y, después de agendar una segunda cita para el mes siguiente, fueron a casa del pelinegro, que quedaba más cerca.

— ¡Jungkookie!¡Jiminnie! —un grito de mujer llegó hasta los oídos del par mientras subían las escaleras hacia la habitación de Jungkook— ¿Qué hacen?¡Prepare Teokbokki ¿No vendrán a cenar?

— Jimin no se siente bien, mamá —explicó Jungkook sin dejar de subir los escalones de la casa. La señora Jeon frunció el señor y aceleró sus pasos para llegar hasta ellos.

—Buenas noches señora Ryu —saludó Jimin a su suegra y le dio una pequeña sonrisa. La señora Jeon se espantó al verlo pues tenía ojeras y el cabello un poco revuelto.

— ¡Por dios, pequeño, estás pálido! —chilló cuando llegaron a la habitación y Jimin se recostó sobre la cama sin importarle que la mujer mayor lo mirara con horror. Después de más de un año de relación, Jimin ya era parte de la familia y no le avergonzaba para nada que la madre de Jungkook lo viera dormir.

— Acabamos de regresar del hospital, así que no hay nada de qué preocuparse —la cara de Jeon Ryujin en lugar de relajarse, se arrugó más. Jungkook infló sus mejillas con nerviosismo— Ehhhh... Si... Hay algo que tenemos que decirte, mamá. Bueno... A todos en realidad, aunque Soobin ya lo sabe.

— Yoongi también —agregó Jimin en un murmuro.

— ¿Qué cosa sé yo? —el pelinegro menor, que pasaba por ahí, escuchó a su hermano mencionarlo y se asomó por la puerta— Oh, Jimin, ¿Estás bien?

— Hola pequeño Soobin —Jimin agitó la mano hacia él y le hizo una mueca como para que se callara, pero Soobin solo frunció el ceño sin comprender.

— ¿El bebé está bien? Jungkook salió corriendo del ensayo cuando le dijiste...

— ¿Qué bebé? —la señora Ryu interrumpió y arqueó una ceja. Soobin abrió la boca y Jimin se tapó la cara con una de las almohadas antes de ver Troya arder. Jungkook le sonrió a su madre y la mujer abrió los ojos y se llevó una mano a la boca— Esperen... Jungkookie... ¿Tú y Jiminnie?¿Tendrán un bebé?