La Forma En La Que Te Amo (KookMin)

XX

— ¡Nos alegra mucho verte de nuevo, Jungkook! —la entrevistadora palmeó la espalda de Jungkook y este solo terminó por sonreír y hacer una venia en agradecimiento. No había pasado mucho tiempo ausente y sin embargo se sentía nervioso y asustado ante las cámaras, como si fuera la primera vez que salía en televisión— Mucha gente estuvo hablando de ti cuando anunciaron tu pequeño descanso médico, cuéntanos, ¿Cómo te sientes últimamente?

— Me siento muy bien, mi salud ha mejorado, pero es posible que tenga que regresar al hospital unas cuantas veces para algunos chequeos finales —el pelinegro saludó con la mano a las personas que estaban gritando por él y luego se giró hacia sus compañeros para sonreírles— Estos chicos de aquí también fueron un gran apoyo y se portaron bien cuando no estuve para vigilarlos.

Un montón de carcajadas resonaron en la sala.

— ¡Oye, no somos niños! —Jeongyu requintó, tratando de quitarle el micrófono para evitar que dijera algo más, fallando en el intento.

— Claro que no... no es como si no durmieras con un pijama de ositos —se burló Chanyeon, haciendo que el público riera y la entrevistadora abriera los ojos con sorpresa para comenzar a hacer preguntas sobre eso.

Al terminar la entrevista, los miembros de Strangers firmaron los discos de algunos fanáticos, tomaron fotos y luego se retiraron, saliendo del lugar dentro de varios autos negros. Era increíble cuanto había crecido su club de fans en tan poco tiempo, pero eso solo los hacía sentirse más plenos que nunca.

Al menos a la mayoría...

— ¿Irás a ver a Jimin? —preguntó Soobin, que estaba sentado al lado de Jungkook y lo veía llamar a su cuñado Jimin desesperadamente una y otra vez. En toda la entrevista lo había notado un poco distante y distraído, así que quería saber el porqué— ¡Oye!

— ¿Eh? ¿Qué dijiste? —el menor miró a su hermano con extrañeza y luego le quitó el teléfono.

— Debe estar durmiendo o visitando a Miel, no seas molestoso, ¿Sabes lo que es dar a luz? Pobre Jimin, no lo dejas ni descansar.

— Yo no... ¡Él prometió responderme! —el pelinegro suspiró— No quise venir a la entrevista hoy... Iba a pedir más tiempo, pero Jimin me convenció y juró que respondería mis llamadas. ¿Si pasó algo con el bebé? Yo debo saber esas cosas, es por eso que estoy inquieto —la cara de Jungkook mostraba preocupación y Soobin no pudo hacer más que devolverle el teléfono e indicarle al chofer que su hermano se bajaría en la clínica.

En el momento que llegó al hospital, corrió por los pasillos hasta llegar a la habitación de su pareja, pero cuando abrió la puerta de esta, no lo encontró ahí. El teléfono amarillo estaba sobre la cama y la ropa seguía desordenada sobre el sofá, pero el rubio no estaba y eso solo hizo que el pánico de Jungkook aumentara.

No podía haber pasado algo malo con él, ¿Verdad? De ser así, el personal médico le hubiera avisado.

¿Por qué se sentía tan nervioso entonces?

Avanzó hasta el ascensor, apretó el botón número tres y se dirigió al salón de los recién nacidos. Se lavó las manos y caminó entre el resto de padres con el nerviosismo palpitándole en todo el cuerpo, solo para encontrar a Jimin sentado sobre una de las bancas, con el pecho descubierto y a su hijo, tan chiquito y frágil, sobre el mismo durmiendo plácidamente.

— Hola —susurró Jimin cuando vio a su novio llegar y soltar un fuerte suspiro— Kookie... Perdón por no responder tus llamadas, pero me dijeron que podría hacer esto... —sonrió y acarició delicadamente la cabecita del bebé, acomodándole el gorrito— Y ya no me quise mover.