La Forma En La Que Te Amo (KookMin)

VII

Jimin dejó que el agua fría de la ducha le cayera encima para no sentir sus lágrimas resbalando sin control por sus mejillas.

Se sentía estúpido y miserable al mismo tiempo, no pudiendo controlar su llanto a pesar de que sabía perfectamente que estaba exagerándolo todo. Era una foto, joder. Una maldita foto que lo había llevado al colapso y es que no entendía como, por algo tan sencillo, su corazón se sentía oprimido y pesado. Y algo... en la parte más oscura y profunda de él, le apretaba el botón de la ira y esta hacia que se sintiera tan enojado y caliente que terminó metiéndose en la bañera sin activar la terma.

Escuchó la canción del increíble tomate sonar desde su cama, avisando que alguien, posiblemente Jungkook, estaba llamando. No le importó, de cualquier forma no pensaba responder porque no quería que su novio creyera que estaba actuando de manera infantil.

Porque era una estupidez, pero no podía simplemente estar normal e ignorar sus emociones y lo peor era que tendría que acostumbrarse. Desde el principio supo que algo así sucedería una vez que el grupo de Jungkook ganara algo de reconocimiento, así que, sin poder evitarlo, empezó a cuestionarse si de verdad estaba dispuesto a sentirse así.

Empezó a cuestionarse si de verdad él podría aguantar ver como otras personas se colgaran encima de su novio, o que este mismo tuviera que negarlo para proteger así su imagen y su privacidad.

— Tu otro padre... Sé que me ama, feto, pero... No sé por qué me siento así... —Jimin jugueteó con los dedos de sus pies mientras escuchaba el agua repiquetear contra su cuerpo aún cubierto por su ropa— La chica si era guapa, después de todo... ¿De verdad podré tolerar cosas así por siempre? —Jimin apretó sus ojos.

Era estúpido, se repetía una y otra y otra vez.

De un momento a otro escuchó un golpe, pero no sé inmutó. Únicamente ladeó la cabeza cuando la puerta del baño también fue abierta y entonces un Jungkook, con la cara completamente asustada, estaba sacándolo del agua de un jalón.

— ¿Estás loco, Jimin? —dijo el pelinegro con horror y empezó a quitarle la ropa mojada al rubio, quien ni siquiera se movía y solo lo observaba con una expresión vacía— ¿Como se te ocurre meterte a la tina con agua fría y en este clima?¡Estás helado!

— ¿De verdad te pareció guapa esa chica? —balbuceó el menor mientras dejaba que Jungkook le quitara también la ropa interior y lo envolviera en toallas para secarlo.

— ¿Qué?

— Había una foto en la que cargabas a una chica y ella te besaba —Jungkook cerró los ojos y pegó su frente a la de Jimin. El rubio empezó a sollozar entonces y se tiró a llorar desesperadamente en los brazos de Jungkook— Yo... No sé...

— Shhhh, está bien... Déjame secarte primero, ¿Si? —Jungkook besó las mejillas esponjosas de Jimin y lo cargó hasta la cama, envolviéndolo en una toalla más grande para que el chico pudiera calentarse— Espero que no pesques un resfriado porque podría ser peligr...

— ¡Dime por qué le dijiste guapa a esa chica! —Jimin hizo puños sus pequeñas manos y le dio una mirada llena de lágrimas a Jungkook, quien suspiró mientras se pasaba las manos por la cara.

¿En serio Jimin estaba haciéndole una escena?

— No sé de qué chica me estás hablando, Jimin —Jimin lo fulminó.

— Nunca me has mentido y, ¿Lo estás haciendo ahora?

— ¡No te estoy mintiendo! —Jungkook alzó ligeramente la voz y luego, al ver a Jimin chillar, se arrepintió y se regañó a él mismo por ser tan imbécil— Mi amor... Jiminnie... Cariño... Escúchame —el pelinegro se arrodilló a los pies de la cama para buscar la mirada del menor— Yo no le dije nada a ninguna chica. Me tomé muchas fotos con muchas personas hoy, pero todas fueron muy amables y respetuosas conmigo.

— Yo vi a esa rubia lanzándose a tus brazos —Jimin se quitó una de las toallas y se la tiró a la cara— ¡Eso no es respetuoso para nada! —Jungkook arrugó el entrecejo y luego abrió la boca cuando comprendió de lo que Jimin hablaba. Curiosamente era de lo que se estaba hablando en todos lados pues aquella muchacha, quien había estado demasiado emocionada de verlo, había subido la foto que se tomaron a las redes y esta se había viralizado en menos de una hora.

Jungkook respiró profundamente para no perder los estribos.

— Es una niña, Jimin —explicó, tratando de aferrarse a su paciencia porque vamos, era su novio y lo amaba y estaba embarazado y actuar de esa forma era normal en las personas embarazadas según Google— Tiene solo quince años.

Jimin se puso serio.

— ¿Cómo dices que dijiste?

— Esa niña tiene quince años y estaba ahí con su madre. La mujer se disculpó después de que la niña se lanzara a mis brazos y le dije que no habría problema porque...—el rubio se puso a llorar de nuevo— Vamos, Jimin, es estúpido... ¡Yo soy gay!

— ¡YA SÉ QUE ES ESTÚPIDO, IDIOTA! —Jungkook cerró la boca ante el grito y asintió un poco para luego ponerse de pie y lanzarse sobre la cama, no sin antes entregarle un pijama de felpa a su novio— ¿Qué haces?

— Hablaremos cuando dejes de actuar como un desquiciado, porque así no puedo —y eso solo hizo que Jimin gritara más y le dijera muchas otras cosas que Taehyung, del otro lado de la puerta, pudo escuchar.

El peliazul estaba cien por ciento seguro de que la actitud de Jimin ahora se debía al embarazo y sin embargo eso no hizo que sintiera menos lástima por Jungkook. El pobre tenía que soportar aquellos gritos de los que Jimin seguramente se arrepentiría después y, mientras eso ocurría, Tae tomó su cartera y su teléfono, y luego salió corriendo del departamento antes de que todo se volviera más caótico de lo que ya estaba.

Marcó un número en el móvil de forma rápida y esperó mientras tomaba el ascensor.

— ¿Yoongi? —dijo con la voz un poco acaramelada una vez que la persona a la que llamaba contestó— ¿Qué estás haciendo?

— Hola, Tae —respondió el mayor de los Jeon— Acabo de almorzar, ¿Por qué?

— Jungkook y Jimin están peleando como perros y gatos en mi casa, así que necesito distraerme un rato —y mientras Taehyung tomaba un taxi hacia la empresa Jeon, donde Yoongi trabajaba, este se despedía alegremente del muchacho guapo que lo había atendido en el restaurante dónde almorzó.

— Muchas gracias por la atención... ¿Jung Hoseok? —Yoongi estiró la mano para estrechar la del pelirrojo y Hoseok asintió con una brillante sonrisa.

— Muchas gracias a usted por comer aquí y recuerde regresar si le gustó —después de eso y un par de miradas coquetas, Yoongi condujo su auto nuevamente a su oficina, en donde Taehyung ya lo esperaba desnudo sobre su escritorio.

— ¿Siquiera has comido? —se rio el pelinegro una vez cerrada la puerta del lugar. Taehyung modeló hasta él y lo besó lentamente, envolviendo sus brazos alrededor del cuello de Yoongi para pegar sus cuerpos lo más posible.

— Primero te comeré a ti...—y se soltó para ponerse de rodillas al mismo tiempo en que empujaba al mayor contra la pared y empezaba a bajarle la bragueta del pantalón.