XXIX

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Taehyung abrió la puerta de su departamento y el ambiente abrumante lo sofocó de inmediato.

Amanda trataba de calmar a Miel, la señora Ryu consolaba a un destrozado Jimin y además, como si quisieran empeorar las cosas, en la maldita televisión pasaban la nueva entrevista que le habían hecho al maldito de Kim Seokjin.

Aún se arrepentía de haber sido su fan desde tan joven.

— Apaga esa porquería, por favor... —le pidió a Yoongi, que lo seguía, antes de tirar las cosas que cargaba al suelo y tomar al bebé cuando su compañera de casa se lo entregó— ¡Hey! Hola, Miel, ¿Por qué estás llorando, eh? Si tú eres un buen niño.

Ma, ma, ma... —sollozó el pequeño rubio mientras estiraba las manitos y se removía en los brazos de Taehyung— ¡Aaaaaahhhh, baba, maaaaa!

Tu mamá Ryu está ocupada hablando con tu papi Jimin —intentó explicar, pero nada de lo que decía lograba convencer a Miel de tranquilizarse. Yoongi terminó de subir las últimas maletas y se acercó a Tae con un semblante nervioso. El chico no dijo nada, pero Taehyung sabía que desde hace mucho tiempo el mayor luchaba contra sus propios conflictos— Gracias por ayudarme a traer todo hasta aquí, Yoon. De no ser necesario, no te hubiera molestado... Lamento si la situación...

— Estoy bien —lo interrumpió el pálido y le dio una mirada quisquillosa al niño llorón— ¿Él está bien?

— Creo que quiere estar con tu madre.

Wa, ama, ma...

— Ya veo —Yoongi chasqueó la lengua— Pero me la voy a tener que llevar ahora porque no creo que todo esto le haga bien a alguien...

Y después del asentimiento del pelicafé, Yoongi se acercó hasta su madre, quien estaba acariciándole las manos a un Jimin completamente decidido a quedarse en aquel departamento, para informarle que era momento de irse. La mujer también lloraba, arrepentida, y el chico no podía sentirse más decepcionado con su hermano de lo que ya lo estaba.

¿Cómo Jungkook pudo besar a otra persona? Desde que eran niños habían anhelado una relación como la de sus padres, llena de amor y confianza, pero entonces, ¿Qué tan egoísta debes ser para dañar a tu propia familia?

Tanto Yoongi como la señora Ryujin se fueron, la mujer despidiéndose del bebé con muchos besos y abrazos, y luego Tae tuvo que entregarle a Miel a su padre, quien para fortuna de todos logró que la criatura dejara de llorar por fin.

— Es muy cercano a su abuela —susurró Amanda desde su lugar en el sofá con un poco de aflicción. Ella había sido la que recibió al rubio cuando este llegó llorando y sin poder hablar. La chica se había asustado en un inicio, pero luego de saber lo que ocurrió, la furia reemplazó el miedo y puso de su parte para ayudar a su amigo.

— Si, creo que es la que mejor le cae de la familia —rió Jimin y no pudo evitar que nuevamente las lágrimas se acumularan en sus ojos mieles— Bueno... Supongo que ellos ya no son más mi familia.

— Todavía no entiendo como él pudo hacerte eso. ¡Es imperdonable! Jungkook es...

Apa, pa, pa, pa... —los tres adultos sonrieron por la reacción de Miel ante la mención de su padre.

— Yo tampoco —soltó el rubio con tristeza, moviendo una pierna para hacer jugar a su hijo— Creí que nos amábamos. O sea, como cualquier pareja discutíamos algunas veces, incluso antes de que viajara a Japón tuvimos un desacuerdo, pero no creí que... —suspiró— No creí que su amor por mí se esfumara de un día para el otro y mucho menos que me traicionara con alguien que consideré un amigo. Jin estuvo en casa, conoció a mi bebé, lo dejé entrar a mi vida...

La Forma En La Que Te Amo (KookMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora