Todo Por Ella. [Parte 1 y 2].

02. [√√].

¿Cómo es posible que siga pensando en él? Ya pasaron varias semanas y no lo he visto por ningún lado, todo el tiempo me quedo hasta muy tarde esperando a que vuelva, (sin romper la ventana, claro).

Cuando empecé a leer siempre quise algo parecido, que un chico entrara en mi habitación, o esos clichés de que yo era la nerd y el chico futbolista se enamorara de mí. Dios, de sólo recordarlo me dan ganas de vomitar.

Termino de leer, y como había dicho Allek: Megan murió. Ya mis lágrimas están gastadas de tanto leer historias de amor o historias tristes.

-¡Jenny! ¡Ven acá! -grita mi madre. Bajo a la sala de estar, y me paro en seco cuando veo a Allek hablando con mi ella. Él luce... Normal, trae unos vaqueros, una camisa manga larga marrona y unas converse negras.

-¿S-si?

-Él dice que es tu amigo, ¿eso es cierto? -Me preguntó, yo lo miré a él, quien me miraba con un ápice divertido, yo asentí varias veces.

-Sí, sí. Lo conocí cuando ... -Le volví a dar una mirada rápida --iba camino a la cafetería.

-Oh. Bueno, chico, eres bienvenido, Jenny hace tiempo que no invita a nadie a casa- dice ella, yo hago una mueca, agarro a Allek del brazo y lo jalo para que suba conmigo a la habitación, mi mamá se despide de él. Abro la puerta y la cierro con pestillo, empujo a Allek quien cae en la cama con una sonrisita juguetona.

-Calma, que tengo todo el día.

Yo blanqueo mis ojos.

-¿¡Qué haces aquí!?

Él se levanta de la cama. -Creí que podía venir cuando quisiera...

-¡¿Pero llegar a presentarte a mi madre?! ¿Estás loco?

-Por esas piernas de infarto, sí -Mira mis piernas, las cuales me tapo con una almohada en el momento que él dice eso.

-¡Sé serio, Allek! Mi mamá no te va a dejar en paz.

-Tu mamá me cae bien, le presentaré a alguien.

-Cállate -le dije al instante.

-Cállame.

Caminé hacia él, aún mantiene su sonrisa ladina, la cual se esfuma cuando le soy una cachetada.

-¿¡Qué!?- grita él.

-Oh, lo siento. ¿No habías dicho que te callara?- Sonreí.

-¡Pero así no! Agh, tienes las manos fuertes.

Suelto un gritito. -¿¡Perdón!?

Él se quita la mano de la mejilla. - Perdonada.

Lo odio.

Volteo mis ojos y me siento en la cama, él se sienta a mi lado, agarra el libro que estaba leyendo, lo abre y empieza a leer desde el principio.

Él... Se ve lindo leyendo. Recuerdo que siempre había querido a alguien que leyera para contarle todo lo que había leído y cómo me habia afectado sin que esa persona se irritara.

-¿Sabias que te ves lindo leyendo?-Mi voz salió en un susurro. El color carmesí sube a mis mejillas al momento de percatarme que lo dije en voz alta. Allek pone su mirada en mí y alza una ceja.

-¿Me has dicho lindo?

-Pff, no.

Él deja el libro de lado, me mira de nuevo y dice:

-Me has dicho lindo.

-No.

-Sí.

-No- Me empiezo a irritar.