Prólogo.

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Mi cuerpo entero se estremeció a sentir la madera fría bajo mis pies descalzos, con mis brazos envueltos alrededor de mi cintura trataba de darme algo de calor pero mi pijama de algodón y las bajas temperaturas me dificultaban la tarea. Un trueno se escuchó a lo lejos y reprimí un grito.

El cielo se iluminó  con un relámpago dándome un vistazo del pasillo que conducía a la habitación de mis padres por que si, tenía quince años pero la lluvia aún me daba miedo y no quería dormir sola esa noche por lo que corrí rápido y me detuve frente a la puerta de caoba. Una pequeña luz se notaba por la ranura pero la lluvia no dejaba escuchar nada de lo que pasaba en la enorme mansión Forest.  Giré el pomo congelado y abrí con cuidado pero mi acción se quedó a medio camino cuando otro relámpago iluminó la cama de mis padres dándome una imagen que se quedaría en mi mente para siempre.

Mi madre estaba de rodillas sobre el suelo y mi padre sentado en la cama, ambos completamente desnudos y eso no era lo peor, mi hermosa y cariñosa madre tenía el pene de mi papi en su boca, su cabeza se movía de arriba hacia abajo con rapidez y pude notar el hundimiento de sus mejillas por la fuerza con la que succionaba. Mi padre tenía sus dedos enfrascados en su cabello y ella solo emitía pequeños sonidos que se perdían con las gotas de agua.

Quise cerrar la puerta y salir corriendo hacia el baño para lavarme los ojos con cloro y quitarme esa escena de la cabeza, quise, pero no lo hice. Al contrario de eso, cerré un poco la puerta para que no notarán mi presencia y me dedique a observar como mis padres follaban. Como ella pasaba la lengua por la gruesa y venosa verga y como él tenía la boca entreabierta y en sus músculos se reflejaba el sudor. Con una penetración profunda él se derramó en su boca y pude ver a mami lamer las pequeñas gotas que se escaparon. Ambos sonrieron y papi con un rápido movimiento la lanzó a la cama y la colocó sobre sus codos y rodillas, su cara estaba enterrada en la almohada. Él la embistió y algo en mi vientre bajo se contrajo al verlo golpear el culo de la mujer que me dio la vida una y otra vez. Su aspecto salvaje y el como sostenía el cabello de mi madre produjo que mis pezones cobraran vida cosa que me sorprendió. Apreté mis muslos para aliviar un poco la extraña sensación entre mis piernas y pasé mi lengua por mis labios repentinamente secos.

Estuvieron así por mucho tiempo, cambiaron de posición en repetidas ocasiones pero yo los vi gozar del placer carnal y solo podía imaginar que la mujer de la cama no era mi madre sino yo, que las tetas que chupaba mi padre eran las mías y que los pequeños hilos de  sangre que brotan de su espalda era por que mis uñas los provocaron. Quería todo con él. Con el hombre que me  vio crecer y creo que ese día me enfermé, de morbo y estaba dispuesta a hacer lo que sea por cumplir esta perfecta fantasía que mi mente había creado.

Por que si, era mi padre pero no me importaba cuando soñaba tenerlo entre mis piernas lamiendo cada parte de mi ser, lo necesitaba y lo tendría por que papi me consiente en lo que sea que yo quiera  por que solo tengo que pedirlo y lo hará.

NOCIVO +21 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora