Sorry, but I won't give up [Kuroo Tetsurō x OC/Tú]

Capítulo 32: ¡Ups!

P.O.V RENA IVANOV

A las nueve la cena estaba puesta en la mesa. No tenía mucho apetito, por lo que me serví poca comida. He de admitir que todo estaba delicioso. Masticaba despacio para no adelantarme al resto y autochantejearme creando una situación incómoda para mí misma en la que me quedaría observando como el resto comía.

— Tal vez tu padre llegue tarde hoy — le comunicó la mujer a Kuroo — Me dijo esta mañana que tenía algunas cosas que atender con el papeleo.

El capitán del Nekoma no paraba de mirarme de reojo. Pude darme cuenta cuando fui a tomar el vaso de agua que tenía a mi lado.

— Oye Rena, ¿te encuentras bien? — levanté la cabeza para verle — No sé, noto como que no estás comiendo nada hoy. ¿Te duele algo?

— No, no. Simplemente no tengo apetito — sonreí de medio lado — Aunque es una pena porque la comida está buenísima — miré a su madre, quién sonrió ampliamente.

— Me alegro de que te guste. Ah, y ahora que lo recuerdo... — puso su dedo índice sobre su barbilla — Mañana es domingo, ¿no tienes ningún partido?

— Que va, hicimos un amistoso el viernes con el equipo de Bo — habló con la boca llena.

Comencé a tamborilear los dedos sobre la mesa, apoyando mi barbilla sobre mi brazo libre. De un momento a otro se me vino algo importante a la cabeza.

— Mañana... ¡Mañana tengo partido! — me levanté repentinamente de la mesa causando un estruendo — L-Lo siento — volví a sentarme.

— ¿Se te había olvidado? — dio una carcajada ronca.

— Como si a tí no te hubiera pasado nunca — le recriminó la mayor.

Se formó un breve silencio en el que la percusión se los cubiertos era lo único que se escuchaba. Me quedé embobada pensando qué iba a hacer.

— Mi equipación está... — enmudecí.

Sin el uniforme no podría jugar, y si se me ocurría pasar por mi casa para tomarlo mi padre estaría en casa esperando a que entrase para encerrarme bajo llave.

Preocupada, puse mi mano sobre mi frente y la deslicé por mi rostro hasta llegar a mis ojos y frotarlos. Instantáneamente, comencé a mover mi pierna en un movimiento de vaivén constante.

Al ver esto, Tetsurō posó su mano sobre mi muslo, acariciándolo con el pulgar para darme tranquilidad.

— Ya he terminado — el gran gato se estiró en su silla, seguidamente miró mi plato  prácticamente vacío esperando una respuesta de mi parte.

— Yo también.

Fui a levantarme para recoger pero Kuroo tomó todo lo que había en la mesa de forma veloz.

— Si necesitas ir al baño para ducharte ya te he dicho dónde está. Mientras yo limpio esto — dijo empujándome fuera de la cocina.

— Anda, no seas descortés, yo me encargo, acompáñala arriba — se escuchó tras de ambos.

— ¿Yo descortés? Si ni siquiera le has dicho a la pobre Rena tu nombre — alzó una ceja.

— ¿Qué? ¿Es en serio? ¡No me había dado cuenta! Lo siento mucho — rió — Sería la emoción... Cómo nunca me habías hablado de ninguna chica... ¡Bueno! Mi nombre es Michiko. Aunque sea un poco tarde, es un placer poder conocerte — mostró una expresión alegre.

— Igualmente — sonreí mostrando los dientes.

— Muy bonito todo, venga apresúrate que al final se nos hará muy tarde y yo también necesito tomar un baño — volvió a darme empujoncitos — ¡Buenas noches!