Sorry, but I won't give up [Kuroo Tetsurō x OC/Tú]

Capítulo 23: Festival

— Recuérdame por qué hago esto — Mei me mira nerviosa bajo el árbol de cerezo sin ojas. Estábamos todos reunidos en el festival y yo había ido a hablar con ella a solas.

— Pues por lo que hablamos ayer.

— ¿Es buen momento para huir? — frunzo el ceño.

— Depende, ¿sabes caminar sin las piernas? — la "amenazo". Podía notar que la armadora estaba completamente tensa.

*Flashback*

— ¿Sabes qué día es hoy cierto? — Miro a la pelinegra de reojo mientras friego los platos.

— Víspera de Año Nuevo — Intenta decir con la boca llena — Toma se te ha olvidado este — Pone un vaso en la encimera y agarra la escoba.

Suspiro llevándome la palma de la mano a la frente produciendo un sonido hueco.

— ¿Sabes lo que eso significa? — la veo negar con la cabeza — Oh vamos, seguro que lo recuerdas — Giro mi cabeza en su dirección y levanto el dedo meñique — ¿Pinky promise? — Sigue negando — ¿Lev?

— Sé de lo que hablas, pero no creo que esté preparada — apoya su mentón en el extremo del palo — ¿Y si...?

— ¿Y si... qué? Tú fuiste la que lo propuso — me seco las manos con un trapo — Además, ¿qué vas a perder? Mi primo no es muy listo que digamos, y se deja arrastrar demasiado por las emociones. Se le ve a una legua que le gustas — empiezo a guardar todo en la despensa — Quieres volver a repetir la conversación filosófica sobre el "¿Y si...?"

Niega repetidas veces poniendo sus manos en alto en señal de rendición.

— Ya Rena, sé que fue mi idea — murmura — Pero no estoy segura.

— ¿Segura de qué? ¿De tí misma o de lo que sientes? — digo algo enfadada. Ella me mira con una mezcla de sorpresa y desánimo — Lo siento no era mi intención.

— No, tranquila, llevas razón — hace una mueca mirando hacia el suelo — Me gustaría tener el valor de hacerlo, de confesarme, y no es que no haya pensado hacerlo, pero cuando estoy a punto empiezo a ponerme nerviosa y se me olvida como actuar — hace una pausa — Pero tal vez sea un buen momento, una oportunidad para madurar.

Me acerqué hasta ella y con mi mano levanté su cabeza para que me mirara el rostro.

— Tía, esto ha parecido una escena de telenovela de esas que me gustan tan poco, pero aún así estoy orgullosa de tí. Me alegro muchísimo — le doy un abrazo.

— Joder, tenías que estropear el momento... ¡Y no te quejes que de aquí la más intensita eres tú! — suelta una breve risa — Si sale mal, ¿prometes comprarme mucho chocolate?

— No hará falta, porque no va a salir mal. Aunque pensándolo mejor, creo que tengo helado de chocolate en la nevera, si quieres nos lo comemos y celebramos los fracasos de este año para dejarlos atrás y empezar el nuevo con buen pie — alzo las cejas de forma repetida.