Zapatillas chirriando, el estruendoso sonido de los balones impactando con fuerza contra el suelo mezclándose con el de suspiros de cansancio y gritos de apoyo. Y yo estaba allí, en una esquina, practicando el remate junto a mi amiga la pared, y todo porque el entrenador había dicho que para jugar primero tendría que dominarlo. Se me caía la baba al ver la sincronía con la que se movían en la pista, parecía un baile perfectamente coordinado. La verdad, me daba envidia, todas estaban tan unidad que parecían una sola.
— ¡Megumi, buena recepción! — gritó Tomoko. La punta receptor le mandó el balón a Mei para que lo armase, y yo solo me quedé concentrada mirando la trayectoria que este seguía.
— ¡Vamos Ivanov! ¡Queremos verte rematar! ¡Termina pronto! — la voz de la capitana sonaba casi tan fuerte como su forma de golpear el balón.
Maldije por lo bajo al entrenador Nekomata, que me había dejado sola practicando para luego marcharse por "un asunto" mientras las chicas jugaban.
La desesperación me podía. Haber visto el equipo en acción me había despertado unas ansias feroces de tocar aquel balón. Aproveché la ocasión y dejé mi puesto de lado. Corrí a la cancha donde todas estaban y supliqué porque alguien me acogiera en su equipo.
— Espero que el entrenador no venga en este momento — me rasqué la nuca mientras esbozaba una sonrisa que rogaba desesperadamente compasión por parte de mis compañeras.
Agradecí a todas cuando me hicieron un gesto de aceptación. Cuando crucé la línea que separaba el campo de la zona de externa todo parecía distinto. El balón volaba de un lado al otro de la pista. Me costó bastante adaptarme a los movimientos rápidos, pero a la vez suaves, de las chicas. Cuando la pelota cruzó a nuestro lado de la pista me concentré en él, y solo en él. Mi cuerpo comenzó a moverse como si fuese el engranaje que faltaba para hacer funcionar un mecanismo.
— ¡Rena! ¡Es tu momento! — los movimientos de la armadora parecían los de una leona agazapada en busca de si siguiente presa.
Empencé a correr hacia la red, la barrera formada por tres de las chicas se desplazó hacia mí. Vi mi clara situación de desventaja, por lo que les jugué una finta dando un pequeño brinco. Como consecuencia la barrera puso sus brazos en alto e intentó llegar lo más alto posible mediante un gran salto. Aproveché el tiempo que había ganado y pedí el balón con todas mis ganas antes de levantar los pies del suelo. La morena lo mandó hacia arriba con bastante velocidad. Lo golpeé con todas mis fuerzas haciendo que un ruido sordo resonara por toda la pista.
El silencio se hizo en la cancha y miré a Mei quien estaba tan emocionada que juraría haber visto como se le saltaban las lágrimas.
Di un grito de victoria, no por haber conseguido rematar, ni tampoco por haber anotado un punto, sino porque pude conectar.
— ¡Dios mio! — gritó Shizuka mirando hacia atrás — No me ha dado tiempo a reaccionar.
Sadako me tomó del brazo y lo levantó — ¿De dónde sacas esa potencia? — rió — No sabía de tus cualidades atléticas.
De repente el sonido de alguien aplaudiendo interrumpió nuestra charla. El anciano entrenador del Nekoma estaba junto a la puerta observándolo todo. Los chicos del equipo masculino comenzaron a entrar al gimnasio y un escalofrío recorrió mi espalda hasta la última vértebra cuando la sería mirada del viejo se posó en mí.
— Muy buen remate Ivanov — dijo sonriendo de oreja a oreja haciendo que mis músculos se destensaran — Pero que yo recuerde, yo te había dicho que practicadas el remate en solitario.
— Anda mira quien está ahí Haruno — murmuró la libero señalando a la puerta "disimuladamente". Parecía ignorar por completo la reprimenda que me estaba cayendo el primer día — Otra vez ha venido a verte.
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Sorry, but I won't give up [Kuroo Tetsurō x OC/Tú]
Fanfiction"𝑬𝒍 𝒇𝒊𝒏𝒂𝒍 𝒔𝒊𝒆𝒎𝒑𝒓𝒆 𝒏𝒐𝒔 𝒔𝒐𝒓𝒑𝒓𝒆𝒏𝒅𝒆... 𝑨𝒖𝒏𝒒𝒖𝒆 𝒉𝒂𝒚𝒂 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒅𝒐 𝒆𝒔𝒄𝒓𝒊𝒕𝒐 𝒅𝒆𝒔𝒅𝒆 𝒆𝒍 𝒑𝒓𝒊𝒏𝒄𝒊𝒑𝒊𝒐" 🅕🅐🅝🅕🅘🅒 inspidado en Haikyuu!! [Kuroo Tetsurō x OC] α∂νєятєи¢ια: Presencia de OC (Original Chara...