Sorry, but I won't give up [Kuroo Tetsurō x OC/Tú]

Capítulo 6: Impredecible

⟨⟨Parece ser que Kuroo Tetsurō confía en que puede jugar conmigo, pero se le van a quitar las ganas.⟩⟩

Me puse de puntillas y me acerqué al oído del pelinegro para susurrarle.

— El espacio personal es... — mi rodilla se levantó "chocando accidentalmente" con su pierna.

No pude evitar que una sonrisa victoriosa brotara en mi rostro al escucharlo dar un quejido.

— La distancia de cortesía que debes respetar entre tú y la otra persona, y sobre todo si es MI espacio personal — dije haciendo énfasis en la palabra "mi" — Ya te he avisado como tres veces, te lo has buscado. Ahora si me permites — pasé por su lado mientras veía cómo se sobaba la parte adolorida.

Cuando tan solo me había alejado apenas unos cuantos metros, escuché que alguien más me llamaba. Parece que todo el mundo te busca cuando menos lo quieres.

— ¡Oye Rena! — la capitana captó mi atención haciéndome un gesto con la mano para que fuera — ¿Por qué te han castigado?

— Me dormí — encogí los hombros — Me olvidé de hacer la tarea, y esta noche la pasé despierta.

— Debes ser más responsable, ya sabes que si tus calificaciones no son lo suficientemente buenas no podrás seguir jugando — puso su mano sobre mí cabeza al ver mi mueca de disgusto — Además, no se si lo sabes, pero al tener una beca dispones de algunos privilegios — asentí — Pero si quieres mantenerla debes de seguir esforzándote.

— Si, si, lo sé — bajé la mirada.

Hicimos la misma rutina de siempre hasta que Nekomata llegó. El anciano se disculpó e hizo equipos mixtos. Nos separamos en dos canchas y comenzamos haciendo remates.

A mí me puso como bloqueadora, cosa que ya me esperaba, pues esa era mi posición.

El ambiente era bastante bueno, ya que las chicas parecían llevarse muy bien con los demás. Aunque por mi parte no podía decir lo mismo, ya que no conocía a la mitad, y tan solo un tercio de ellos me caían lo suficientemente bien como para hablar con ellos sin estar incómoda.

— Hola Ivanov-san — mi ceja tembló al escuchar cómo me llamaban.

⟨⟨¿Por qué mi apellido sonaba tan feo?⟩⟩

— Somos Fukunaga, Inouka y Shibayama — se presentó el tal Shibayama señalando a cada uno — Solo queríamos conocerte, ya que no hemos hablado y seremos compañeros a partir de ahora — sonrió.

— Un gusto conocerles, pueden llamarme Rena — me incliné con una sonrisa — Siento si no puedo hablar mucho con ustedes en este momento pero tengo que hacer algo que me ha pedido Nekomata, así que si me disculpan — señalé hacia atrás — Tengo que hablar con Haiba.

— No te preocupes — respondió Inouka. Me despedí y fui tras el gigante.

— Lev... — lo tomé de la camiseta con el dedo índice y pulgar.

— ¡Oye! Al final no me avisaste al llegar — vi como sus cejas se fruncían en un instante — Me lo prometiste.

— Pero si lo hice... — murmuré pensativa — Tal vez no te llegó, luego lo vemos. Ahora necesito que me hagas un favor.

— ¿El qué? — me miró sonriente.

⟨⟨Que rápido se le pasaba el enfado⟩⟩.

— ¿Puedes bloquear conmigo? — le pregunté — Soy pésima.

— ¡Yo también! ¡Choca! — extendió su brazo en alto.

— ¿Estás de coña? — dije mirando la mano desde abajo.