Capítulo 17: Nosotros

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Salgo del vestuario con paso calmado, me tallo los ojos y doy un suspiro. Busco con la mirada a la pelinegra quien parecía estar ocupada con el albino de casi dos metros. El pabellón se había vaciado bastante, ya había parado de llover y algunos habían aprovechado para tomar el aire. Cojo mi celular y pongo una canción aleatoria. Camino dando vueltas por las pistas con los ojos cerrados al ritmo de la melodía mientras muevo los labios siguiendo la letra. Estiro mis brazos curvando un poco mi espalda para destensar mis músculos.
De forma inesperada unas manos acuden a mis costados haciendo que me contorsionara. Con el ceño fruncido miro al de pelo negro que de nuevo andaba molestandome.

— ¿Por qué me das esos sustos idiota? — noto como intenta ahogar una risa. Quito mis auriculares mientras muerdo mi labio conteniéndome.

— Es mi forma de "saludar" y recordarte que estaba aquí esperando, como me dijiste, ya que parece que te has olvidado  — se acerca — Aunque si quieres puedo saludarte como antes — sonríe con picardía.

Si las miradas mataran la mía ya habría enviado a Kuroo a la tumba. Retrocedo lentamente.

— Deja de actuar impulsivamente, tal vez a la próxima no me pilles tan desprevenida y te lleves un buen golpe de mi parte.

— ¿Ya estabas pensando en una próxima vez? — casi me atraganto con mi propia saliva. Empiezo a ponerme nerviosa y mis manos sudan, quiero secarlas en mi pantalón, pero se vería algo patético.

— Ya quisieras — desvio la mirada hacia otro lado mientras juego con el cable de los auriculares.

Escondo la mitad de mi rostro bajo el cuello de mi chaqueta, pero él estira su brazo y toma el cierre de la cremallera entre sus dedos para bajarlo.

— No te cubras, quiero verte la cara — me da un capirotazo en la frente y me quejo — Estás rara hoy — le miro desconcertada.

— El que está actuando extraño eres tú Tetsurou — lo fulmino con la mirada.

— ¿Sabes qué? Me gusta como suena mi nombre cuando tú lo dices — sonríe mostrando sus dientes. Un leve sonrojo se hace presente en mis mejillas.

— No te pregunté — respondo tajante, intentando dejar el tema — Además, ¿como es que ahora tienes tanto interés en mí? Tenía entendido que no te gustaban las "niñas" como yo — hago comillas en el aire con mis dedos.

— Ah sí, mentí — se encoge de hombros — Me encantas — susurra en mi oído.

— ¡Para ya con eso! — tapo mi oreja con una de mis manos.

Se me pone la piel de gallina, y me dan ganas de matar a las mariposas que revolotean por mi estómago cada vez que lo hace.

— Tienes suerte de que no estemos solos.

Era cierto, el pabellón estaba mucho más vacío, pero eso no quitaba que aún hubiera gente que pudiera estar observándonos.

Volví a ponerme los auriculares ignorando al azabache. Caminé hacia la puerta intentando concentrarme en la música, pero el hecho de que Kuroo me estuviera siguiendo me lo estaba  impidiendo.

De repente, paro en seco y me giro.

— ¿Qué es lo que quieres? Déjame sola.

— ¿Acaso no puedo salir del pabellón porque la señorita no quiere? — alza una ceja de forma provocativa.

Bufo y aligero el paso. Doblo la esquina del edificio y guardo el celular en el bolsillo de mi chaqueta. Retiro el cabello de mi rostro poniéndolo tras mis orejas.

Tuve unos veinte minutos de paz como mucho, en los que pude meditar lo que acababa de ocurrir, sonrojarme sin motivo aparente, plantearme miles de preguntas e intentar convencerme a mí misma de que eso había sido real y que no había tenido ningún tipo de alucinación. Pero repito, solo fueron veinte minutos...

Sorry, but I won't give up [Kuroo Tetsurō x OC/Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora