Sorry, but I won't give up [Kuroo Tetsurō x OC/Tú]

Capítulo 1: ¿Bienvenida?

Suspiré al cerrar la puerta del taxi que nos había traído hasta nuestro nuevo hogar. Estiré mi espalda para aliviar el dolor por haber estado sentada por horas (y juraría haber escuchado un crujido). Tomé las pesadas maletas y las arrastré hasta llegar a la verja que separaba la casa del exterior de la calle. Al cruzar la puerta me adentraba a un fin de semana de trabajo y sufrimiento.

Pasé como unas cinco horas ordenando la habitación. Menos mal que una chica que trabajaba con el servicio de mudanza me ayudó a subir las cajas que supuestamente debía de subir yo sola. Como agradecimiento "hice" limonada para todos (en realidad la compré en un super cuando mi padre me mandó por los recados, pero eso es un secreto entre la cajera y yo). Cuando todos se marcharon, tomé una última caja en la que se encontraban mis cosas para la preparatoria, y me fijé en que en el fondo estaba el uniforme del Nekoma, así que hice lo apropiado y me lo probé en la habitación para que no hubieran sorpresas el lunes por la mañana. La talla era perfecta para mí, excepto por el suéter, que siempre me ha gustado llevarlo más ancho porque siento que es más cómodo. Me miré en el espejo un par de veces antes de volver a guardarlo, y más tarde bajé a cenar.

El siguiente día no fue para nada especial, tuvimos que seguir guardando cosas en los armarios y reorganizando todo, y mi padre me hizo rellenar no se qué historias de la preparatoria sobre comportamiento y rendimiento escolar. Obviamente no iba a escribir que en mi antiguo centro casi me expulsan dos veces por conducta violenta hacia "unas compañeras" (o brujas, como me gusta llamarlas), y mucho menos que yo fui la que escribió en las ventanas con rotulador permanente "Tanto payaso junto en esta clase y aún me pregunto por qué no han montado un circo" causando un caos total entre los alumnos y profesores, quienes intentaban hacer el papel de detectives (por algún motivo pensaron que fue una lameculos de Svetlana y la pobre tuvo que cambiarse de preparatoria y todo, ja).

Finalmente me fui a la cama algo más temprano de lo habitual, básicamente para no parecer un cadáver andante el primer día.

.
.
.
.

Siempre he tenido problemas en la escuela por mi comportamiento, pero realmente no era intencionado, sino por mi forma de decir las cosas tan directas (aunque he de admitir que a veces soy muy malhablada) . No es que sea alguien violenta (bueno depende de la situación), pero cuando tienes que aguantar tantos insultos por parte de un colectivo tienes dos opciones, o hundirte o defenderte.

Realmente no todos se dedicaban a humillar a la gente en aquel instituto, lo que ocurría era que, si no te eras partícipe, eras la víctima. Es por eso que había personas que fingían que no existías para no tener problemas. Algunas de las personas afectadas no aguantaban y se cambiaban de preparatoria, y no los culpo, yo hubiera hecho lo mismo de no ser porque la beca ayudaba económicamente en mi casa. Entré allí gracias una beca deportiva, pero nunca volví a practicar deporte en aquel lugar, ya que ingresé gracias al volleyball, y cuando llegué no había equipo que me acogiera (había pocos equipos y tenían lleno hasta el banquillo).