Capítulo 19. El pasado siempre te da en las narices.

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Capítulo 19. El pasado siempre te da en las narices.

Me despierto abrazada a Luke y me quedo contemplando como duerme por unos minutos.  Hasta este momento no me acababa de creer que todo haya terminado, que por fin podemos estar así, simplemente disfrutando el uno del otro. No necesito nada más que poder estar con él. Cada segundo que pasa le quiero más, creo que es inevitable quererle, siempre es tan atento conmigo y me hace sentir tan especial cuando estoy con él. Alargo el brazo para coger el móvil de la mesa. Mierda, voy a llegar tarde al trabajo. Me levanto torpemente del sofá con una sábana envolviendo mi cuerpo que mágicamente había llegado hasta mí. Me pongo a toda velocidad la ropa limpia que había traído de mi casa, voy al lavabo a ponerme un poco decente. No voy  a llegar a este paso. Salgo al comedor con el cepillo de dientes en la boca mientras me pongo mis zapatos de tacón como puedo.

Luke se ha despertado y mira divertido el show que tengo montado. Voy al lavabo y termino de arreglarme. Tengo unos pelos esta mañana que no tienen mucho arreglo así que me hago una trenza medio desecha que cae por el lado derecho de mi hombro. No tengo ni una gota de maquillaje así que a falta de algo mejor, pellizco un poco mis mejillas para darle un poco de color, no es difícil que destaque en mi piel pálida. Luego vuelvo corriendo hasta el comedor para buscar mi bolso que ha decidido esconderse en este momento. Busco por todas partes como una loca, recuerdo que lo deje cerca del sofá pero con el lío que montamos anoche a saber dónde ha terminado.


-¿Buscas esto?- dice Luke con el bolso en la mano. Asiento y me acerco para cogerlo, pero él se ha levantado juguetón y me agarra del brazo tirándome hacia él.


-Luke llegaré tarde por tu culpa- le riño entre risas dándole un pequeño golpe en el pecho.


-Podré vivir con la culpa. Quédate aquí conmigo anda- dice con un tono de niño abandonado.


-No puedo, tengo mis propias obligaciones aparte de cuidar de un lisiado como tú.


-Vaya, ¿así que ahora soy un lisiado? Pues para serlo anoche me comporté bastante bien.- su tono se vuelve más ardiente y me atrae como un imán. Viene a mi mente el recuerdo de la noche anterior. No veo mejor manera de darle la despedida a todos los problemas y la bienvenida a una nueva etapa juntos.


-Sí, estuvo bien-  digo irónicamente  para herir su orgullo de machito.


-¿Solo eso? Vaya, cada vez se vuelve más exigente señorita Evans- pone sus manos en mi trasero y me agarra con fuerza hacía él.- entonces, puede que necesite un poco más de entrenamiento.-dice divertido.


-Su entrenamiento tendrá que esperar señor Tyler. Y a demás necesitas relajarte y descansar, recuerda lo que dijo el doctor- Le beso y me levanto como puedo. Ojalá pudiese quedarme con él, pero las obligaciones son las obligaciones y tampoco puedo dejar de cumplirlas porque mi dios griego me esté pidiendo quedarme para hacer entrenamientos corporales. ¿O sí puedo? No, no puedo caer en la tentación, va a tener que esperar. Antes de salir veo la cara de Luke y no puedo evitar reírme, parece que le estoy abandonando y si fuese por mí haría una segunda ronda como la de anoche.


Cuando salgo por la puerta veo a Michael esperando en el coche de Luke con la puerta abierta.


-Buenas días señorita Evans. El señor Tyler me pidió que la llevase a trabajar en el caso de que fuera.- ¿en el caso de que fuera? ¿Es que acaso pensaba que iba a caer en la tentación de quedarme en casa con ese hombre hecho para el pecado? Bueno la verdad es que tenía muchas posibilidades de que fuese así. Este hombre siempre pensando en todo y se lo agradezco.

-Muchas gracias Michael. Por cierto, puedes llamarme Holly. Eso de señorita Evans me hace sentir mayor- le sonrío y él me devuelve la sonrisa.


Michael es un poco extraño, parece una persona seria y formal pero estoy segura que detrás de esa cara se esconde una persona divertida. Siempre actúa como si estuviese en una película policíaca americana y mantiene ese porte tan típico de un guardaespaldas, pero no viste como si lo fuese es más estilo informal.

I need youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora