I need you

Capítulo 20. Un reencuentro no deseado.

Capítulo 20. Un reencuentro no deseado.

Un par de semanas han sido suficientes para que Luke vuelva a su rutina diaria, le dije que se tomara un par más de descanso pero no lo vio como una opción. Estos días su casa se ha convertido en mi segunda casa ya que he pasado casi todo el tiempo aquí. Incluso Luke ha utilizado esa excusa para pedirme que me mude con él, pero tuve que rechazar su oferta. Tenemos que andar antes de correr y no podemos dar un paso tan precipitado en nuestra relación, además me gusta tener mi propio espacio para que mi vida no gire en torno a él todo el tiempo. Con esto no quiero decir que no quiera vivir con él, sino que prefiero esperar un poco ya que hace apenas dos semanas que formalizamos lo nuestro. Creo que no se tomó muy bien mi decisión, pero tendrá que respetarla por ahora.

Esta semana he recibido una de las mejores noticias, como se acerca la navidad mi familia va a poder venir a pasar unos días en Barcelona. No veo la hora de volver a verlos y tenerlos conmigo aunque no sea para el tiempo que a mí me gustaría, pero algo es algo. Los he echado tanto de menos, un simple consejo de mi madre me hubiese levantado el ánimo en cualquier situación. Echo de menos hasta las peleas con mi hermano David y los brotes de histeria de mi hermano Guille cuando no tiene lo que quiere.
Aunque he mantenido contacto con ellos durante estos meses, he intentado evitar contarles todo lo que me ha ido pasando por aquí para no preocuparles, pero como a mi madre se le encienda la alarma de detective con sus preguntas va a sacarme hasta lo que comí hace una semana.

Hoy es viernes y como nueva norma terminantemente irrompible de Emma, nos reunimos William, ella y yo para saquear algún bar de la zona. No es más que un tiempo de risas que se convierten en sesiones de terapia con unas cuantas copas encima.  Tengo un par de horas para prepararme. Me ducho y arreglo en casa de Luke ya que, como de costumbre, he pasado casi toda la tarde aquí. Opto por ir de manera informal pero arreglada al mismo tiempo, con unos jeans negros, un jersey de punto gris y unos taconazos que dan vértigo solo con mirarlos.
Hago ondas caídas en mi pelo liso para darle un poco más de volumen. El maquillaje nunca es un problema para mí ya que no suelo utilizar más que un poco de base y rímel, pero hoy decido darme un poco de barra de labios  roja y resaltar mis ojos marrones con una fina línea de eyeliner. Pasable, digo mentalmente mirándome al espejo.

Termino de ponerme un poco de colonia y voy directa al despacho de Luke para avisarle que no volveré hasta bien entrada la madrugada. Sé que no es algo que le guste aceptar, pero lo hace a regañadientes.

-Me voy ya- digo des del umbral de la puerta de su despacho. Luke levanta la vista del ordenador y me mira escaneándome de arriba a abajo, no es que vaya para nada despampanante pero si tengo un toque sexy que realza mis tan orgullosas curvas ya que durante estas semanas mi peso vuelve a ser el que era.

-Wow- dice echando su silla hacia atrás para poder mirarme mejor, clavando su mirada en cada parte de mi cuerpo.-Esos pantalones te sientan realmente bien- su voz sale ronca y se aclara la garganta mientras se quita la corbata.
Me doy una vuelta contoneándome para mostrarle lo ajustados que son estos pantalones y así provocarlo un poquito. Pasa un dedo por su boca mientras me mira divertido.

-¿De verdad tienes que salir?- asiento con una gran sonrisa que me ocupa toda la cara, no hay nada como saber que yo también puedo provocarlo- ¿cuánto tiempo tenemos?- dice riéndose de una manera tan ardiente que me dice tómame aquí y ahora.

-Ya sabes cómo es Emma si me salto una de sus normas.

-¿No puedo acompañarte?

-No, no. Hemos quedado que los viernes es un día de amigos sin nada de parejas, porque la verdad es que los tengo un poco abandonados.- Luke desvía su mirada y suelta un soplido. No quería hacerle sentir que me estoy alejando de mis amigos por él, aunque de manera inconsciente es así. Pero no me arrepiento de ninguna de las decisiones que he tomado hasta ahora. Me acerco a él, me siento en su regazo y rodea mi cintura con sus brazos como si le costase dejarme ir.