Capítulo 27. Todos los días de mi vida.

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Capítulo 27. Todos los días de mi vida.

Suena el despertador a las siete y media de la mañana, estiro el brazo torpemente para apagar ese insoportable pitido. Estoy literalmente destrozada, me duele cada parte de mi cuerpo y en mi cabeza resuenan golpes de martillo después del desfase de anoche. Nota mental: matar a Emma, que no se me olvide. Aún no puedo creer que me hiciera eso, no es que me molestara pero si le cuento a Luke lo de anoche puede que se enfade pero si no se lo cuento le estaré mintiendo. A veces creo que Emma no piensa en las consecuencias de todos sus actos. Pero no puedo enfadarme con ella porque sé que no lo hizo con mala intención y a demás fue bastante divertido. Lo que más disfruté fue la compañía de todas mis amigas, a algunas las tenía algo abandonadas después de dejar los estudios y es algo de lo que me arrepiento mucho, con otras perdí el contacto cuando nuestras vidas se separaron.

Hoy va a ser un día tan ajetreado como especial, todo se va a convertir en un verdadero caos cuando tengamos que prepararnos. Vestido, maquillaje, últimos preparativos, me voy a volver loca hoy con tanta gente alrededor mío.
De repente la puerta de mi habitación se abre y Emma asoma su cabecita rubia, en cuanto ve que estoy medio despierta abre la puerta de un portazo y entra bailando a la habitación.

-Despierta dormilona, ¡hoy es el gran día!- Se sube a la cama y comienza a saltar. ¡Maldita loca! Me hundo en las sábanas pero Emma vuelve a bajarse de la cama y comienza a tirar de ellas hasta conseguir destaparme por completo.

-Cinco minutos más- murmuro medio dormida buscando la sábana con mi brazo.

-Nada de cinco minutos.- pone sus manos a cada lado de sus caderas, intentando sonar autoritaria, pero vuelve a soltar una risita de las suyas poco después.

-No he dormido casi nada, por tu culpa.

-No me eches la culpa, te lo estabas pasando bien y por eso llegamos tarde.- Desesperada, agarra uno de los cojines de la cama y comienza a darme pequeños golpes con él en mi trasero.

-Me acabas de recordar que tengo que matarte lenta y dolorosamente en cuanto tenga un ratito libre.

Suelta una carcajada recordando el espectáculo que me lió anoche después de haberme dicho que nada de cosas raras, una reunión de amigas y nada más- en todo caso si vas a matarme tendrás que levantarte primero. -se burla, de un salto la tengo tumbada a mi lado en la cama- Te vas a casar en cuatro horas y tienes que arreglarte para la sesión de fotos, no puedes perder el tiempo en dormir ¡ARRIBA!

Mis ojos se abren como platos, de repente mi cabeza lo asimila todo, voy a casarme y tengo que estar lista a las 11 y son demasiadas cosas por hacer. Me levanto rápidamente de la cama dando un salto y por suerte no me como el suelo en el intento. Emma se queda mirándome sorprendida, estoy muerta del cansancio y en un segundo me sube toda la adrenalina de golpe. -¡Qué me caso!- grito dando pequeños saltitos y me siento extraña al pronunciar esas palabras pero igualmente emocionada.  Emma me sigue, agarra mis manos y comenzamos a saltar y a reírnos como dos niñas pequeñas. Yo estoy entusiasmada pero Emma está realmente pletórica de alegría, no sabría cómo definir el estado de ánimo de mi amiga, casi parece que la que se casa es ella. Mi móvil comienza a sonar rompiendo la emoción del momento. Es mi madre, seguro que llama para meterme caña y empezar a prepararlo todo.

-Buenos días cariño.

-Buenos días mamá.

-En un rato iré a buscarte así que ponte cualquier cosa que ya te arreglarás allí.

-Está bien, ¿las fotos serán allí también?

-Sí, por eso intenta estar lista pronto para estar lo antes posible allí, prepararte y hacer las fotos antes de la boda.

I need youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora