Capítulo 25. Una navidad con espectáculo.
Me deslizo en mi vestido negro y después me pongo los zapatos rojos que me compré específicamente para este día. Veinticuatro de diciembre, una noche en la que toda la familia se reúne para celebrar la víspera de navidad. A demás, aprovechando que la familia y amigos se reúnen en nuestra casa, anunciaremos nuestro compromiso. Hace una semana que me lo pidió y todavía siento cosquillas en el estómago cada vez que pienso en ese maravilloso momento. Una ola de sensaciones me embriagan cada vez que miro el anillo de compromiso en mi mano, no puedo quitar la sonrisa de tonta de mi cara. Aún puedo sentir el dulce sabor de nuestra celebración, era como tocar el cielo en la tierra. No sabría cómo expresar todo lo que me hace sentir solo con tocarme.
Quería que esta noche estuviese toda mi familia y amigos reunidos pero va a faltar un pilar muy grande de mi vida, Emma. Se fue a pasar las vacaciones de navidad a Paris con Kevin. Como no podía estar aquí, la llamé para que fuese de las primeras en saber que Luke y yo nos casamos. Le pedí que fuese mi dama de honor y ella aceptó con mucho gusto, como era de esperar. Se puso como loca, casi podía verla desde aquí saltando de alegría. La voz de mi amiga sonaba ahogada de lo emocionada que estaba, más de catorce años juntos y aquí seguimos. Aún recuerdo cuando éramos niñas y lo poco que nos aguantábamos la una a la otra. Ella era más como la reina de la clase mientras que yo me sumergía en los libros y me dedicaba a pasar inadvertida. Con el paso del tiempo hemos ido adquiriendo lo mejor y lo peor de cada una. Jamás podría imaginarme la vida sin ella y pensar que llevamos tanto tiempo juntas, que hemos aguantado tantas cosas, tantas peleas y tantos abrazos. Creo que me sentiré igual o más emocionada que ella cuando algún día me diga que se casa. Como ella no hay dos y espero compartir otro largo camino junto a ella.
Mientras termino de pintarme los labios, unas manos tapan mis ojos y dejo lo que estaba haciendo pero tocarle. Es demasiado fácil para mí adivinar a quien pertenecen esas manos tan suaves y grandes, han recorrido todo mi cuerpo y solo con rozarme con ellas mi cuerpo ya se estremece.
-Cierra los ojos- susurra en mi oído con un tono de sensualidad en su voz. Hago lo que me dice y quita sus manos de mis ojos, oigo como coloca algo delante de mí entonces me pide que los abra de nuevo.-Es mí regalo de navidad- entre sus manos hay una caja roja pequeña, le miro y agarro la caja. Me giro en la silla mientras torpemente abro el envoltorio de la caja. Cuando por fin consigo abrirla un precioso par de aros de oro blanco con diamantes de Cartier se esconden en ella.
Pongo uno entre las yemas de mis dedos-Son preciosos, me encantan. Muchas gracias.- le sonrío agradecida por su precioso e inesperado regalo.- yo también tengo algo para ti- Me levanto de la silla más entusiasmada todavía que al recibir mi regalo, me gusta ser yo la que pueda regalarle también. La mayoría de veces solo recibo de su parte y no tengo demasiadas cosas para darle a él. ¿Qué le compras a alguien extremadamente rico? Así que opto por algo no demasiado caro, ajustado a mi presupuesto, pero con un gran significado para ambos. Luke me mira curioso mientras saco una caja del cajón de mi mesita de noche. Se la entrego con la máxima sonrisa clavada en mis labios, me siento tímida al regalarle algo porque seguramente lo verá como una tontería comparado con lo que él me regala a mí. Abre la caja y se queda mirando su contenido con una sonrisa. Me envía una mirada sin dejar de sonreír. En la caja están las fotos de todos los sitios dignos de recordar por algún momento que hayamos vivido juntos. Coge una de las fotos. En ella aparece la calle del restaurante donde yo trabajaba antes, gira la foto y lee en voz alta lo que hay escrito- Nuestro primer beso- deja la carta y coge otra de las fotos. Hace lo mismo con esta, en ella está plasmada la ventana del restaurante donde fuimos a comer por primera vez. La estatua del mito de Apolo y Dafne que tanto me gustó.- La primera de muchas veces que compartimos tiempo juntos- repite el proceso con otra foto que le hace sonreír. Es una foto del primer día que nos vimos en esa discoteca dónde vomité en sus zapatos, salgo yo con mi vestido azul momentos antes de entrar a la discoteca.-El comienzo de una larga historia.- lee sin poder parar de sonreír pero en su voz hay una chispa de emoción al pasar cada foto recordando todos los momentos que hemos vividos juntos. El puerto, donde me pidió que fuese su novia. La caja con todas las cosas que me regaló para mi cumpleaños y que gracias a ellas nos volvimos a encontrar. Las ramblas de Barcelona. La parte de la casa donde me pidió matrimonio por primera vez y el maravilloso lugar donde lo hicimos formal. Y muchas más, una por cada recuerdo que nunca quisiera olvidar.
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I need you
Ficção Adolescente❝Sometimes good things fall apart so that better things can fall together❞ Copyright © Todos los Derechos Reservados.