Capítulo 6. Dos hombres y una confesión. [Parte 3]

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Oigo que un coche estacionar justo al lado de nosotros, y puedo reconocer que es el de Luke. En cuanto sale del coche, Dylan parece que también le reconoce porque me suelta en seguida.

Hay un cruce de miradas asesinas entre ellos y yo me quedo mirando al suelo sin saber por qué, no estaba haciendo nada malo, un amigo me estaba dando un abrazo, punto. Pero entonces no logro entender este sentimiento de culpa que tengo.

-Bueno, Holly, me voy ya.

-Está bien- voy a quitarme la chaqueta para dársela.

-Puedes quedártela ya me la darás. Nos vemos el lunes –Me da un beso en la mejilla y sé que lo ha hecho para picar a Luke. Creo que lo consigue porque su cara se tensa de repente. Y se va.

Me quedo mirando a mis manos. Y Luke me levanta la cabeza con la mano en mi barbilla.

-Creo que nos íbamos a ver mañana- es lo único que me sale decir.

-Sí, pero después de tu mensaje pensé en venir a recogerte. Y me adelanto a tu pregunta de cómo sabía dónde estabas, en cuanto me dijiste que salías esta noche le pregunte a uno de tus compañeros dónde ibais...-hace una pausa- Ya veo que lo estabas pasando mal- dice con ironía.

-Tenía ganas de irme y salí del bar. Entonces Dylan me siguió para no irme sola. Nada más.- y me echa una mirada que definiría como un "no te creo"- te lo prometo- le digo mientras entrelazo su mano con la mía y sé que eso le hace relajarse.

-Holly no te puedo pedir que no hables con él, pero tampoco puedo negar que me molesta lo que puedas sentir por él.

-Te quiero a ti, así que no te preocupes...

Paso mis manos por su cintura y mientras me abraza me da un beso en el pelo y eso me hace sentir como una niña protegida. Puedo oírle soltar un suspiro y sé que he conseguido tranquilizarle un poco. Me besa, pero esta vez es él el que tiene necesidad de mí porque sus besos son muy carnales.

-¿Te apetece venir a mi casa?

Miro el reloj y son las 00:30.- me encantaría pero creo que es un poco tarde, y más para traerme después.

-También puedes quedarte hasta mañana.- dice mientras me echa una mirada traviesa. Así que dejo de pensar como una niña responsable que tiene que volver a casa y me centro en Luke. Su casa y una noche con él.

-Está bien, llamaré a mi madre y le diré que estoy en casa de una amiga- y me regala una sonrisa con toda la felicidad del mundo en ella.

Mientras vamos en el coche aprovecho para llamar a mi madre y meterle una excusa ya que no voy a decirle que a las 12:30 de su noche he decidido cambiar de opinión e irme a casa de un chico diferente al que me ha ido a buscar a casa.

-¿Entonces te quedas a dormir en casa de Emma?

-Sí mamá, llegaré mañana sobre las 11.

-Vale, hasta mañana cariño.

-Hasta mañana mamá. Cuelgo.

Cuando llegamos me quedo alucinada con su dúplex, aunque por lo que conozco de él podía deducir que vivía en un buen sitio.

Todo es de colores blancos y crema. Nada más entrar está el comedor, con un gran sofá marrón de esquina y una mesa de cristal. La cocina y el comedor están separados por una mesa blanca con 6 sillas. Realmente es impresionante comparado con el pisucho en el que vivo yo.

Doy un pequeño vistazo a la casa desde la entrada.

-Ven, pasa.-me coge de la mano.- ¿Te gusta?

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