Adhara Casiopea Black siempre supo que su vida era distinta al modo de vida de los mortales, pero lo que no sabía era que había personas que los llamaban muggles.
- Si pertenezco a los dos mundos ¿Los tengo que llamar mortagles?
[ Percy Jackson × Ha...
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«Hogar, ¿Qué es un hogar? ¿Es una construcción de cuatro paredes y un techo?¿Es tener dónde comer?¿O donde dormir?»
Narra Adhara
Se acercaba la Navidad. Una mañana de mediados de diciembre, Hogwarts estaba cubierto por dos metros de nieve. El lago estaba sólidamente congelado y los gemelos Weasley fueron castigados por hechizar varias bolas de nieve para que le pegaran a Quirrell y lo golpearan en la parte de atrás de su turbante. Las pocas lechuza que habían podido llegar a través del cielo tormentoso para dejar el correo tuvieron que quedar al cuidado de Hagrid hasta recuperarse.
Todos estaban impacientes de que empezarán las vacaciones. Mientras que en la sala común de Gryffindor y el Gran Comedor tenían las chimeneas encendidas, los pasillos, lleno de corrientes de aire, se habían vuelto helados, y un viento cruel golpeaba las ventanas de las aulas. Lo peor de todo eran las clases del profesor Snape, abajo en las mazmorras, en dónde la respiración subía como niebla y nos hacia mantenernos lo más cerca posible de nuestros calderos calientes.
—Me da mucha lastima —dijo Draco Malfoy, en una de las clases de pociones—. Toda esa gente que tendrá que quedarse a pasar la navidad en Hogwarts, porque no los quieren en sus casas.
Mientras hablaba, miraba en dirección a Harry. Crabbe y Goyle lanzaron risitas burlonas. Harry, que estaba pesando polvo de espina de león, no le hizo caso, pero yo no pensaba en dejar esto así.
—Sabe, profesor Snape —dije en voz alta.
—Si, señorita Black —me miro con su rostro serio.
—Me da mucha lastima esas personas que necesitan tratar mal a los demás, para ya sabe, autoconvencerse de que son mejores —. El profesor Snape frunció el ceño, pero no dijo nada.
Después del partido de quidditch, Malfoy se había vuelto más desagradable que nunca. Disgustado por la derrota de Slytherin, había tratado de hacer que todos se rieran diciendo que un sapo con gran boca podía reemplazar a Harry como buscador, pero se dio cuenta que nadie lo encontró gracioso, porque estaban muy impresionados por la forma en la que Harry se había mantenido en su escoba. Así que, Malfoy había vuelto a fastidiar a Harry por no tener una "familia apropiada".
Cuando abandonamos las mazmorras, al finalizar la clase de Pociones, nos encontramos con un gran abeto que ocupaba el extremo del pasillo. Dos enormes pies aparecían por debajo del árbol y un gran resoplido nos indico que Hagrid estaba detrás de él.
—¡Hola, Hagrid! —saludé con una sonrisa.
—¿Necesitas ayuda? —pregunto Ron, metiendo la cabeza entre las ramas del árbol.
—No, va todo bien Ron.
—¿Te importaría quitarte de en medio? —la voz fría y gangosa de Malfoy llegó desde atrás—. ¿Estás tratando de ganar algún dinero extra, Weasley? Supongo que quieres ser guardabosque cuando salgas de Hogwarts... Esa choza de Hagrid debe parecerte un palacio, comparada con la casa de tu familia.
