05
«Nunca confíen en la tía Eme»
Adhara
En cierto sentido, era bueno saber sobre la existencia de dioses griegos, tenía a quien echarle la culpa cuando las cosas salían mal. Por ejemplo, si eres un mortal y estás huyendo de un autobús atacado por furias y fulminando por un rato -y si encima lloviendo-, es normal que lo atribuyas a su mala suerte; pero si eres un mestizo, sabes que alguna criatura divina está intentando fastidiarte el día. Así que allí estábamos Annabeth, Grover, Percy, la pequeña niña de la que no se el nombre y yo, caminando entre los bosques que había en la orilla de Nueva Jersey. El resplandor teñía de amarillo el cielo a nuestras espaldas, y el hedor del Hudson nos anegaba la pituitaria.
Grover temblaba y balaba, con miedo en sus enormes ojos de cabra.
—Tres Benévolas —dijo con inquietud—. Y las tres de golpe.
—¡Vamos! Cuánto más lejos lleguemos, mejor —dijo Annabeth.
—Nuestro dinero estaba allí dentro —le recordó Percy—. Y la comida y la ropa. Todo.
—Tu tienes una mochila —me dijo en un susurro la niña, mientras Annabeth y Percy discutían.
—Y tu un nombre, y yo no lo sé —le dije.
—Amelia.
—¿Que?
—Amelia Gómez, ahora sabes mi nombre, pero yo no el tuyo.
—Mucho gusto Amelia, me llamo Adhara.
—Latitas... —se lamento Grover—. He perdido mi bolsa llena de estupendas latitas para mascar.
—Ella tiene latitas —dijo Amelia señalándome, todos voltearon a verla—. No sé si son tan estupendas, no como latitas. Pero creo que te pueden gustar.
—¿Quién eres? —preguntó Annabeth.
—Me llamo Amelia.
—¿Por qué estás aquí, Amelia? —preguntó Percy.
Amelia me miro, por lo que sonreí y asentí con la cabeza.
—La linda pelirroja dijo, no más monstruos.
—¿No más monstruos? —preguntó Grover.
—Mamá dijo que era mi culpa que vengan los monstruos —dijo con la cabeza gacha.
Annabeth la miro, y puedo jurar que vi dolor en su mirada. La entiendo, la ayuda a irse de casa cuando el papá y la madrastra le echaban la culpa. Ella se acercó hasta la pequeña Amelia y le dio un abrazo.
—¿Cuántos años tienes, Amelia? —pregunto Percy.
—Seis años.
—¿Y los monstruos dicen algo cuando te persiguen? —preguntó Annabeth.
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¹Adhara Black | HP × PJ
AventureAdhara Casiopea Black siempre supo que su vida era distinta al modo de vida de los mortales, pero lo que no sabía era que había personas que los llamaban muggles. - Si pertenezco a los dos mundos ¿Los tengo que llamar mortagles? [ Percy Jackson × Ha...