07
«Siempre he pensado que hay gente que deja una marca imborrable en el alma, una huella que nunca puede ser borrada.»
Adhara
Pasamos dos días viajando en el tren de Amtrak, a través de las colinas, ríos y mares de trigo ámbar. No nos atacaron en ningún momento, pero tampoco me sentí completamente segura.
En cada estación subían pasajeros nuevos y cualquiera de ellos podría resultar ser un feo monstruo que nos busca para devorarnos. No podía pegar un ojo ni cuando era mi turno de dormir, por más que nos turnáramos para hacer guardia, no me sentía segura de igual forma.
Todos los periódicos mostraban una imagen de Percy con la mirada ida y su espada era un borrón en su mano, el cual decía : "Percy Jackson de doce años de edad, buscado para ser interrogado por la desaparición de su madre hace dos semanas. Aquí se le ve huyendo en el autobús que abordaron varias ancianas. El autobús explotó en una carretera al este de Nueva Jersey, poco después de que Jackson abandonará el lugar. Según las declaraciones de los testigos, la policía cree que el chico podría estar viajando con tres cómplices adolescentes y una niña de no más de ocho años de edad. Su padrastro, Gabe Ugliano, ha ofrecido una recompensa en metálico por cualquier información que conduzca su captura."
—¿Percy es famoso? —pregunto Amelia cuando descubrimos que no tenía dislexia y que sabía leer.
—No te preocupes —le había dicho Annabeth—. Los policías son mortales, no podrán encontrarnos.
Pero la rubia parecía no estar muy segura de sus palabras y Percy no pareció relajarse en lo absoluto.
Pasamos el resto del día viajando en tren.
El dinero de la recompensa del caniche más mis doscientos dólares solo nos habían alcanzado para unos billetes hasta Denver. No nos alcanzaba para literas, así que dormíamos en nuestros asientos. Grover no paraba de roncar a un lado de Percy y darle patadas, Percy babeaba con la cabeza recostada en la ventana.
Una vez Grover se revolvió en su asiento y se le cayó un pie de pega. Annabeth, Percy y yo tuvimos que ponérselo devuelta mientras Amelia en vez de asustarse porque se le salió un pie, le agarro un ataque de risa.
—Vale —dijo Annabeth en cuanto terminamos de ponerle la zapatilla a Grover— ¿Quién quiere tu ayuda?
—¿Perdona? —dijo Percy al darse cuenta que a quien le hablaba era a el.
—Hace un momento cuando estabas dormido murmuraste «no voy a ayudarte». ¿Con quién soñabas?
Percy dudó unos segundos en hablar o no, pero al final le dijo todo. Hablo sobre una voz, en un foso, me agarró un escalofrió el pensar quien podría ser.
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¹Adhara Black | HP × PJ
AdventureAdhara Casiopea Black siempre supo que su vida era distinta al modo de vida de los mortales, pero lo que no sabía era que había personas que los llamaban muggles. - Si pertenezco a los dos mundos ¿Los tengo que llamar mortagles? [ Percy Jackson × Ha...