Adhara Casiopea Black siempre supo que su vida era distinta al modo de vida de los mortales, pero lo que no sabía era que había personas que los llamaban muggles.
- Si pertenezco a los dos mundos ¿Los tengo que llamar mortagles?
[ Percy Jackson × Ha...
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•Todo salió mal•
Adhara Black
Bajamos del tren y seguí a toda la multitud hasta unos carruajes. Eran negros y de el tiraban una especie de caballos alados con un cuerpo esquelético, rostros de rasgos reptilianos y unas alas de aspecto curtido que me recordaban a las de un murciélago.
Camine hasta él y lo mire, ere realmente hermoso.
—¿Qué es lo que tira del carruaje? —pregunté una vez que me subí.
—Nada tira del carruaje —dijo Liam.
—Si —insistí—, es una especie de caballo alado, es negro y muy lindo.
—¿Te sientes bien? —preguntó Hermione.
Al darme cuenta que nadie más que yo los veía, atiné a contestar:
—Si, todo bien.
Y seguimos hasta llegar a Hogwarts.
Al llegar pude ver cómo Pevees sobrevolaba va los chicos que entregan con una sonrisa maliciosa.
—¿Este castillo es Hogwarts? —escuche que Lyra preguntaba en mi espalda.
—Si —contesté con una sonrisa—, te va a encantar.
Caminamos hasta nuestras mesas y nos sentamos. Sentí un empujón en mi mochila, pero cuando me di vuelta para encarar a la persona que me había empujado, no encontré a nadie. Con el ceño fruncido volví la vista al frente.
Minnie entró, colocó el sombrero en el taburete y empezó a llamar a los niños que entraban en primer año.
—¿Has visto a Harry? —preguntó Hermione.
Estuve a punto de contestarle que no, no lo había visto ni a el ni a Ronald, pero Minnie pronunció un nombre que me hizo congelar en mi lugar.
—¡Black Lyra!
Con pánico saque la mochila de mi espalda, la abrí y mire hacia adentro. Nada, no había nadie, Lyra había sido el empujón que sentí en mi mochila.
Levanté la vista de mi bolso y con miedo la pasé por todo el gran comedor, vi que el viejito me miró y guiño un ojo. No le tome mucha importancia y seguí buscando a Lyra.
—¡Slytherin! —gritó el sombrero. No supe en qué momento la pequeña castaña hija de Nix se había sentado y le había colocado el sombrero.
—Oh Santa Hestia —murmuré.
La mesa verde escarlata comenzó a aplaudir con elegancia. Con una sonrisa, Lyra camino hacia la mesa y se sentó junto al platinado cabello de Malfoy.
