'Centauros al rescate'

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Adhara Black.

Conocí a Luke cuando tenía seis años, Annabeth y yo íbamos en busca de algún lugar en el mundo donde podamos vivir tranquilas. Recuerdo que ese día había podido comprar muchos emparedados, y llegué a nuestro pequeño refugió contenta, y allí los vi.

"—Se llaman Luke y Thalía —me había dicho Annabeth—. Nos van a ayudar con los monstruos, ¡Tienen espadas Adhara! Así es más fácil matarlos."

Recuerdo haberles preguntado si querían ser parte de nuestra pequeña familia, y él contestó.

"—Si, nos gustaría  ser parte de su familia, si no les molesta. Yo soy Luke, Luke Castellan."

¿Quién pensaría que ahora estaría aquí, a punto de tener una pelea con al muchacho que prometió cuidarme y protegerme de todo y todo?

¿Por qué me había mentido?

¿Cómo podría protegerme de los malos cuando el malo es él?

— Deja de estar tan obsesionado con Percy —hablé— Uno contra uno —le dije a Luke, desafiándolo—. ¿De qué tienes miedo?

Luke apretó los labios. Los guerreros que estaban a punto de matarnos vacilaron, aguardando sus órdenes.

Antes de que pudiese decir nada, Agrius apareció de golpe en cubierta llevando de la brida a un caballo volador: el primer pegaso completamente negro que veía, con unas alas de cuervo gigantes. Era una yegua; daba brincos y relinchaba. 

— ¡Señor! —dijo Agrius, esquivando un casco del pegaso—. Su corcel está listo.

Luke seguía con los ojos puestos en mí.

—No peleare contigo, Adhara —murmuró con lo que parecía ser melancolía.

—Pelea conmigo entonces —habló Percy.

— ¡No te metas Harry falso! —me volví hacía Luke— ¿Tienes miedo de que tus guerreros vean cómo te derroto?

Luke echó una mirada a sus hombres y comprendió que lo tenía atrapado. Si se echaba atrás, daría una impresión de debilidad. Si combatía conmigo, perdería un tiempo precioso para dar caza a Clarisse. En cuanto a mí, ansiaba poder darle una paliza por haberme hecho amarlo, y no podía esperar otra cosa que distraerlo y brindarles a mis amigos una oportunidad de huir. Si alguien podía idear un plan para sacarlos de allí era Annabeth. Por lo demás, sabía lo bueno que era Luke manejando la espada.

— No quería hacer esto —susurró—. Acabaré contigo deprisa —decidió, y alzó su espada Backbiter, unos treinta centímetros más larga que la mía. Su hoja relucía con un maligno brillo de un gris dorado en el punto donde el acero se había fundido con el bronce celestial. Casi se llegaba a percibir la tensión interna de aquella hoja. Era como si se hubieran unido a la fuerza dos imanes opuestos. No sabía cómo había sido fabricada, pero intuía una tragedia detrás de ella: alguien había muerto mientras la forjaban. Luke silbó a uno de sus hombres, que le arrojó un escudo redondo de cuero y bronce.

Esbozó una sonrisa malvada.

— Luke —dijo Colin—, proporciónale un escudo al menos.

— Lo siento, hermano. A esta fiesta, cada uno se trae su propio equipo.

El escudo no era ningún problema. Luchar sólo con una espada sujeta con ambas manos te da más fuerza, pero luchar sosteniendo la espada con una mano y el escudo con la otra te proporciona mejor defensa y también más flexibilidad. Tienes más movimiento, más opciones, más modos de alcanzar al contrario. 

¹Adhara Black | HP × PJDonde viven las historias. Descúbrelo ahora