Destiny | Gally ~ Newt ~ Minho ~ Thomas

CAPITULO 18

NO EDITADO

231.12.31

Exactamente una semana había pasado y el cumpleaños de Thomas había llegado. El día anterior Teresa la había visitado, según lo que habían acorado anteriormente, y se pusieron manos a la obra, determinadas a hacerle un pastel de cumpleaños. Ninguna de las dos era realmente buena horneando pero la intención es lo que cuenta, ¿verdad?

Las dos enfrentaron los ingredientes como si de un problema científico se tratase y midieron cuidadosamente cada cosa que iban a usar, aunque esa precisión no les sirvió demasiado cuando quisieron cortar la torta para ponerle el relleno. No hace falta decir que si a Hayleen se le dificultaba cortar derecho con una tijera, no había ninguna posibilidad de que la torta quedase prolijamente cortada a la mitad. Mientras ella apoyaba el chuchillo, presionaba ligeramente, retrocedía mirando analíticamente el bizcochuelo cuando veía que la capa de arriba se había afinado drásticamente y volvía intentarlo, Teresa caminaba nerviosamente detrás de ella y ocasionalmente se tapaba los ojos para no ver el desastre que estaba haciendo con el pobre pastel. El resultado final fue...curioso, especialmente teniendo en cuenta el aporte de Seth en la decoración, pero lo importante es que se habían divertido haciéndolo.

-Lo que vale es el esfuerzo –dijo rápidamente Hayleen cuando vio que Thomas estaba conteniendo la risa por el estado del pastel, luego de que le cantaran el feliz cumpleaños.

-Seguro está riquísimo, ángel –la tranquilizó él, aunque aún seguía tratando de no reírse de ella-. Veo que ayudaste en la decoración, Seth –le dijo al bebé sonriéndole y abrazándolo, a pesar de que el diablito estaba más interesado en meterle el dedo al pastel delante de él.

-¡Seth! –exclamó ella alejando su silla de la mesa para evitar que siguiera boicoteando su ya accidentada torta.

-Acá tengo una porción para el principito –dijo Teresa poniendo el plato frente a él mientras el bebé aplaudía y se lanzaba hacia el plato rápidamente cuando Lyn lo volvió a acercar a la mesa-. Lo siento Thomas, es tu cumpleaños, pero bebé mata cumpleañero.

-Mientras él esté feliz...-le contestó Thomas observando divertido y asombrado la gran cantidad que se metía Seth en la boca sin dejar caer ni una miguita.

Desayunaron los cuatro juntos y al final resultó que la torta sólo tenía mal aspecto porque de sabor estaba más que aceptable. Luego de eso, pasaron un rato más juntos hasta que se hizo la hora de almorzar y fueron a encontrarse con los demás miembros importantes de CRUEL.

Habiendo convivido un mes con los padres de sus almas gemelas, ya estaba más acostumbrada a relacionarse con ellos. Tenía una relación cordial con la ministra de CRUEL y era a la que más seguido veía, ya que cada tiempo libre que la mujer tenía, venía a visitar a su nieto o se lo llevaba un rato con ella. Sin embargo, la realidad era que no dejaban de ser sus enemigos y eso siempre estaba presente en el fondo de su mente cuando se encontraba con ellos. Lo bueno de esos encuentros era que Seth siempre terminaba siendo acaparado por Ava, Teresa o Janson, entre otros, que se encargaban de mimarlo y llenarlo de comida hasta que parecía que el bebé iba a explotar. No es que no le gustase estar con su hijo, pero nunca era mal bienvenido durante las comidas que alguien más lo vigilara para que ella y Thomas pudieran comer tranquilos, después de todo ellos dos lo tenían con ellos todos los días.

En el almuerzo terminó sentada entre Thomas y Aris, lo cual fue un alivio, ya que Thomas entablaba conversaciones con todos, que muchas veces la incluían a ella, pero Aris no lo hacía y era el compañero perfecto para que ella terminara disfrutando de la comida. No se lo admitiría a sí misma, porque no quería aceptar su fracaso en evitar ataduras emocionales con gente de CRUEL, pero ella consideraba a Aris el mejor amigo que siempre había necesitado. El chico era esa persona en la que ella siempre podía contar para acompañarla sin hacer que ella se sintiera una carga por querer estar más tranquila por momentos y no involucrarse en el bullicio de gente desconocida.