Destiny | Gally ~ Newt ~ Minho ~ Thomas

CAPITULO 45

NO EDITADO

232.01.30

Hayleen quería pelear contra ellos, pero no podía luchar contra ella misma. La verdad era que nunca había descubierto cómo resistirse a ellos. Y lo peor era que sus almas gemelas lo sabían a la perfección.

-No pongas esa cara, hermosa -le dijo Gally, obligándola a mirarlo-. Quizás podrías explicarme cómo llegaron estas marcas allí -comentó acariciando con el pulgar las evidentes manos grabadas sobre sus caderas, tan solo una de las incontables marcas que ahora reclamaban su cuerpo.

-No sé de qué me estas hablando -respondió ella ignorando cómo su alma gemela le enarcó las cejas ante sus palabras.

-Esas marcas en tu cuello podría haberlas dejado pasar, pero esto es imposible de ignorar -declaró sin dejar de mirarla fijamente-.

-No tengo por qué contarte nada -le devolvió ella determinada la mirada.

-Sabes que lo descubriré de todos modos, ¿no?

-Pues suerte con eso -le sonrió ella desafiándolo.

-Thomas no fue, eso es seguro -comentó Gally frunciendo el ceño-. Son demasiado recientes para ser de él y es más probable que le rompieses la nariz ahora. Podría ser Newt, lleva durmiendo muchas noches a tu lado en mi cama, pero es el mejor de nosotros para contenerse. Él no dejaría caer su imagen perfecta y tú no le permitirías tocarte.

-Pregúntaselo a ellos -murmuró ella poniéndose una camiseta y lanzándole su ropa a él-. Yo no diré nada por más que digas tus conclusiones en voz alta.

-¿Cuál es tu problema con, Thomas? -preguntó Gally de repente y Lyn se congeló al escucharlo.

-¿Cuál es el tuyo con él? -le devolvió ella la pregunta-. Se supone que ustedes son compañeros en el crimen y no paran de enemistarse -agregó cuando él la agarró de las caderas y la obligó a recostarse a su lado una vez más.

-Thomas era la última pieza de nuestro grupo. Siempre sentimos su ausencia de algún modo y debería haberse unido a nosotros, pero sin mis recuerdos me era imposible confiar en él. Con Newt y Minho encajó de inmediato y confiaban en él como no lo hacían con ninguno de los demás. Ahora sé por qué, pero en ese momento no podía entender cómo no veían las señales. En este lugar los cambios siempre fueron una cosa terrible y desde que llegó Thomas empezaron a suceder cosas que nunca antes habían sucedido. En parte yo tenía razón, por supuesto, pero también impidió que formásemos ese grupo fuerte que habíamos sido antes del laberinto -comentó e hizo una pausa antes de seguir hablando-. Eso y que Thomas y yo tenemos la mala costumbre de discutir fácilmente, lo cual solo añadió más problemas sin nuestros recuerdos.

-Ojalá siguiesen enemistados -murmuró ella, sabiendo que ahora que Gally tenía sus recuerdos las cosas no seguirían de esa manera por mucho tiempo.

-Sin duda te ayudé mucho, pero eso se acabó. Thomas y yo estamos del mismo lado, y es ese en el que nos aseguramos de que tú te quedes aquí.

-¿Te refieres al mismo Thomas que dijo que se quedaría junto a mí? ¿Ese que me miró a los ojos y me dijo que nunca se iría? Todo estaba excelente hasta que llegó el señor "te he estado esperando toda mi vida" -lo imitó enojada, las palabras de Gally desencadenando todo lo que llevaba guardando en el fondo de su mente-. Primero arruinó mis planes y se aseguró de mantenerme a su lado. Imposible no amarlo tratándose de una de mis almas gemelas, lo sabía, y lo amé en el primer momento en que lo vi. Pero luego pasamos días enteros juntos, fue el primero de ustedes que realmente pude conocer y me acostumbré a estar a su lado. Alejarme de ti fue lo más difícil que he hecho en mi vida -susurró mirando a Gally-. Me rompí en mil pedazos y el único consuelo que tenía era que tú no sufrirías lo mismo, y Thomas lo sabía. Él prometió que todos los días estaría a mi lado, que nuestra historia no tendría un final. Dijo que no me permitiría sufrir lo mismo otra vez, que me defendería incluso de mi misma de ser necesario, y juró que entraríamos juntos al laberinto. Entonces fue cuando todo lo que creía sobre ustedes se tambaleó, porque él se fue y me dejó completamente sola, sabiendo que me derrumbaría. Necesité todo lo que había en mí para levantarme cada día y mientras él estaba aquí, sin enterarse de nada, en estas estúpidas pruebas.