Extra #2.

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Narrador Omnisciente:

— ¡Por un demonio Tsukishima! Ya supéralo, me comí la tarta de fresa, ¿Y qué? ¡Después de todo yo fui quien la hizo! —dices divertida al ver el tremendo lío que está haciendo tu esposo por una simple tarta—.

— Si se mujer, ¡Pero yo quería la última tarta!, Las tuyas son deliciosas... —admitio esté en voz baja, ríes corto y pones tus manos en sus hombros y lo atraes a tu cuerpo, el río también— lo dejaré pasar, pero solo por esta vez,porque la próxima.... —antes de que él pudiera terminar la oración ella le dió un casto beso en sus labios, del cuál el se quedó tieso—.

— ¿Sabes? Verte de esta manera solo por una tarta es algo absurdo, pero bastante lindo de tu parte —dices con voz tierna, el solo se dedicó a admirar su belleza, esas cicatrices en su rostro pálido solamente la hacían ver más bella de lo que ya está, inconsciente llevo sus dedos al rostro de su amada,ella se quedó quieta adorando cada tacto que él le hacía a su rostro— se que soy bella, no debes de decírmelo.

— Ja —solto el, y sus manos finalmente cayeron en su nuca para así empujarla a su rostro juntando sus labios en un beso lento, el no parecía mostrar ninguna intensión de llegar al otro nivel, su único objetivo era disfrutar aquél fruto llamado labios—.

La Kageyama también disfrutaba el beso, bueno, siempre lo hace.

— Ya, basta de romance, hay cosas que hacer par de tortolos —suspiran los dos al escuchar la voz de Akaashi—.

— Aka-kun, si no fuera porque eres mi mejor amigo ya te estaría dando unos buenos golpes por interrumpir el único momento en dónde Kei no se siente avergonzado por tener gente en casa —dices, el río y luego soltó ‘Apura que llegaremos tarde al partido de Bokuto-san’ — ¡Cierto! Me había olvidado.

Tomas la bolsa en dónde iba un papel bastante grande, agarras tus llaves y billetera y tomas la mano de Tsukki y sonríes al ver que el sonrió.

— Vamos amor, después en la noche te lo recompensó —al parecer eso lo convenció ya que empezó a caminar más normal—.

(…)

— ___-chan no llego —dijo el de carácter búho y su ánimo que tenía antes se esfumó por completo, Hinata suspiro y pasó su mano por la espalda de su sempai—.

— Tranquila Bokuto-san, ella es puntual para sus promesas, le aseguro, que pronto ella llegara justo ahora —y como si Hinata fuera un brujo, apareció ___ tras la puerta corriendo, se quitó la chaqueta ya que adentro del lugar había un gran calor, de tu bolso saco aquél papel y la puso en las barras, allí estaba escrito el nombre de Bokuto en grande junto con un búho— y como dije, llegó.

Bokuto sonrió bastante alegre y se dedicó a tomar el balón entre sus manos y tirarselo al hermano Miya, el rubio sonrió y te miro.

— ¿¡Y a mí que!? —grito este divertido, sabiendo que tu respuesta sería una bromista—.

Tu solamente sacas un papel y lo extiendes, el se sorprendió bastante y te miro incrédulo.

— ¿Crees que me olvidaría de tí, mi otro armador favorito?

El sin poder evitarlo sonrió en grande y miro tras la cancha, allí se encontraba su otro rival.

Kageyama Tobio.

(…)

— ¡Jajajaja! Perdiste por weón —le dices divertida a Kageyama, quién también sonreía—.

— Maldita mandarina... Ya verás cuando lleguemos a casa —el peli-naranja solo río y asintió—.

— Vale Tobio, espero la batalla de videojuegos, ¡Espero que no pierdas!

Sonríes un poco, aún podías recordar aquellos inmaduros de la preparatoria, donde siempre se peleaban y gritaban por cualquier estupidez, extrañas esos momentos.

Sientes una mano en su cintura, haciendo que tu cuerpo choque contra el de el, antes de que alces la mirada sientes como el susurra las siguientes palabras en tu oído.

— Ya asistí al partido, ¿Tendré mi recompensa esta noche, corazón? —dijo el, su susurro provocó una corriente eléctrica en tu espalda—.

— Si, lo tendrás —dices igual que el, susurrando, el sonríe de lado y beso tu mejilla—.







































Perdón por tardar mucho en subir el especial, es que me había olvidado de esta historia.

Espero que les haya gustado este capítulo.

Bye bye, muack.

𝙄 𝙠𝙣𝙤𝙬 𝙮𝙤𝙪? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora