¿Que pasa si te enamoras perdidamente de tu profesora de baile y sin darte cuenta ella también muere por ti..?
- voy a luchar por ti, pase lo que pase!-
- yo también voy a luchar por ti!-
tres parejas
un amor imposible
desacuerdos
amor y dolor
Miérc...
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Lisa
Al escuchar lo que ese depravado acababa de decir siento como la sangre me hierve.
T/n obviamente no sabe lo que dice ya que está hablando en Tailandés pero yo entendí todo a la perfección y no me iba a quedar callada.
- ¡¿Que carajos acabas de decir?!- me acerco amenazante dónde está el.
- así que tú si entiendes, pues así como lo escuchaste, no creo que tú le ofrezcas el placer que esa belleza se merece- hace una cara de burla y cruza sus brazos.
- eso a ti no no interesa así que deja de hablar cosas que no te incumben- intento calmarme antes de que haga una locura.
- ¿quien dice que no me incumbe?, Claro que me incumbe, esas parejas asquerosas no deberían de estar por ahí en las calles-.
Si no estoy exagerando creo que se me está enrojeciendo la cara y estoy a nada de matar a este imbécil.
- ¿que tal si... ¿Me das a tu novia y yo hago que vuelva a ser normal mientras la hago gritar?- eso fue la gota que derramó el vaso.
- hasta aquí llego mi paciencia, con su permiso le voy a partir la cara-.
Antes de que reaccionara le doy una patada en la entre pierna haciendo que caiga de rodillas para luego darle otra patada en la cara y dejarlo en el piso.
- maldita como te atreves!- grita mientras se intenta poner de pie.
- esto es poco de lo que te mereces basura!- me volteo y al ver la cara de susto de t/n me la llevo rápido de ahí.
Llegamos a una banca y al sentarnos rápidamente destapo la limonada y tomó.
- ¿que fue eso? ¿Que dijo ese hombre para que tú reaccionaras así?- t/n pone su mano en mi pierna y me mira atenta.
- es qué... Se metió contigo y eso no lo iba a dejar pasar- aprieto los puños y t/n pone sus manos encima de estos.
- me asusté mucho lisa, tenía miedo que se levantara y te lastimara- pone su ya conocida cara de preocupación.
- pero eso no pasó, además no me iba a dejar tocar ni un pelo. Nunca te lo conté pero practiqué boxeo antes- sonrío y guiño un ojo haciendo que t/n también sonría.
- ahora entiendo porque sabes dar patadas tan potentes- ambas reímos y yo vuelvo a tomar de la limonada.
Empiezo a recordar lo que antes me había dicho ese tipo y una duda empieza a hacerse presente.
