Capítulo 11

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—Toma, culturizate — un montón de libros caen sobre la mesa que tengo en el frente, instintivamente echo mi cuerpo hacia atrás.

Observo con curiosidad la pequeña montaña de información que yace delante de mí. Leo el título de uno.

«Ser mamá y la maternidad»

— ¿Qué es esto? — interrogo, mirando a Cher.

Noah viene detrás con un bandeja de comida entre las manos. Mi estómago se cierra en automático cuando huelo el pollo frito. Lo que faltaba.

—Dijiste que querías unirte al club de lectura que formamos Noah y yo para informarnos de tu embarazo — se encoge hombros— Y este es el primer grupo de libros que elegimos.

— ¿Hay más? — no pierdo la vista de Noah, quisiera que se cayera con todo y bandeja para evitar que la ponga delante de mis narices. Intento respirar lo menos posible.

— ¡Sí! — chilla, emocionada — No sabía que el mundo de las madres era tan complicado. Hay mucho por aprender — toma un libro — En este... — me enseña la portada de una mujer embarazada con gesto pensativo — «40 semanas» te explica los síntomas de los primeros meses y los avances de tu bebé. Por cierto, me recomendaron una app buenísima para que sigas el crecimiento del bebé — extiende su mano hacia mí — Préstame tu teléfono.

Hago lo que me pide, no pierdo de vista cómo teclea a la velocidad de la luz y luego me lo devuelve. Ladeo la cabeza analizando lo que mis ojos captan.

Calendario del embarazo.

La app se instala en el sistema de mi teléfono y con su ayuda rellenamos la información que nos piden. Según mis cálculos ya tengo 7 semanas de embarazo, además la aplicación dice que en cuestión de tamaños el bebé es un arándano. Adorable.

—Aún es muy pequeñito — comenta, arrugando la frente.

—No es un ser de otro mundo como para que crezca a velocidad de la luz, Cher.

Ella toma asiento a mi lado.

—Ya quiero que tu panza crezca — toca mi vientre con cariño — Te verás tan tierna.

Le doy un leve golpe en el dorso de la mano y ella la aparta.

—Estamos en público, no lo hagas o pensarán...

— ¿Que estás embarazada? — bufa.

La miro mal.

—Mejor guarda toda esta biblioteca en tu mochila — cambio de tema — Y me veré tiernamente gorda — hago referencia a su primer comentario.

—Ya lo estamos asimilando, ¿No? — mira hacia el frente, olvidando deliberadamente guardar los libros — Cuidado te caes, Noah. Últimamente vives en el suelo y estoy famélica, no arruines mi almuerzo.

— ¿Perdona? — deja la bandeja sobre la mesa — ¿Desde cuándo tienes tanta hambre? Suficiente tengo con una embarazada, Cher. No soportaré a otra.

—Estoy aquí — alzo la mano.

— ¿Tienes hambre? — pregunta y niego con cara de circunstancias — Qué raro.

—No soporto ese olor — explico, girando la cabeza hacia un lado para evitar mirar el plato de comida que Cher devora como si no hubiera un mañana.

— ¿Te apetece alguna comida en especial?

—En lo absoluto — respondo, seria — Solo estoy muy cansada y quiero dormir el máximo de horas que se pueda.

Aprendiendo De Ti © EDITANDO  [Saga AENY libro #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora