Capítulo 10

15.1K 738 40
                                    

Sujeto mi vientre con una mano y con la otra me apoyo en el tronco del árbol, inclinándome hacia el frente. Doy varias arcadas y finalmente el vómito llega. Lágrimas se escapan de mis ojos y me resbalan por las mejillas. Siento mi garganta arder y el dolor no cede. La cabeza me da vueltas y sé que me excedí al momento de ingerir alcohol ¿Cómo pude hacerlo cuándo sé de mi embarazo? Cielo Santo, de verdad que soy una estúpida e inmadura. Con esto queda más que comprobado que no seré una buena madre.

«Darlo en adopción», me repito para convencerme, «Es la mejor opción para ambos».

Me incorporo varios minutos después, limpiándome la boca con el dorso de mi mano. Apoyo la espalda en el tronco, cerrando los ojos para intentar serenarme. No puedo seguir así o de lo contrario perderé al bebé y es algo que jamás me perdonaría. Él no merece pasar estos malos ratos por mi mala cabeza, no cuando se supone que dentro de mí es el lugar más seguro para él.

—Tenemos que llegar juntos a los nueve meses y a tu nacimiento — le hablo —. Y lo vamos a lograr, no me dejarás sola en el camino o me enojaré contigo por hacerme pasar por esto en vano. Queda prohibido rendirse.

—Hermoso— comenta una voz entre las penumbras. Respingo del susto y mi cuerpo tiembla — Una escena muy conmovedora.

La figura sale de entre los matorrales y enseguida reconozco a Stephen. Su postura y tono de voz delata su ebriedad.

Camino e intento esquivarlo pero él me detiene.

— ¿Hiciste lo que te dije? — abro la boca para responderle pero me interrumpe — ¡Por supuesto que no lo hiciste! Si te escuché hablándole a tu pequeño bastardo con tanto afecto.

Me zafo de su agarre con fuerza.

—No vuelvas a llamarlo de ese modo — siseo en su rostro — Es mi problema cualquier decisión que tome con respecto a tu hijo — le recalco — ¿Lo olvidaste tú acaso, Stephen?

Una risa amarga brota de él.

—Ya quisieras que yo sea el padre — palmea mi mejilla — Ternura — murmura — Pero muy ingenua y estúpida por querer arrojarme ese costal a mí ¿Qué creías? ¿Que abandonaría mis metas para fingir ser una familia feliz con el hijo de otro? — bufa — Por favor, te creí más inteligente que esto.

Suficiente.

No me quedaré aquí soportando sus insultos. El nudo de emociones en mi garganta se está volviendo insoportable y solo quiero llorar hasta quedarme sin energías, pero no; Stephen no se merece eso de mí. Ya no más. Me giro y empiezo a caminar.

Ocultaré mis emociones ante su desprecio, no permitiré que me falte el respeto solo porque es su cobardía la que habla. Avanzaré con la frente en alto y solo espero que en el futuro no sea demasiado tarde y que sus decisiones no le pesen cuando decida abrir los ojos.

—Y yo creí que tú no eras cruel — digo, mirándolo por encima del hombro — Al final ninguno de los dos éramos lo que creímos, Stephen Connors.

Trago saliva.

Cuando regreso a la fiesta la cabeza aún me da vueltas. Ya fue suficiente para mí, tuve demasiado por esta noche y el cansancio ya se está haciendo presente. Elimino de mi memoria la escena anterior con Stephen mientras busco a algún conocido entre la multitud de cuerpos sudorosos.

Identifico a Cher junto a Noah un poco alejados del resto y ambos con su teléfono. Inmediatamente corro hacia ellos. Creo que perciben mi presencia porque alzan la cabeza y me observan con un gesto de alivio en sus rostros.

— ¿Dónde estabas? — cuestiona Cher en voz alta por sobre la música — Te estuvimos buscando como locos y parece que te hubieras desaparecido — me regaña. Se nota que ambos estaban bebiendo y pasándola bien pero ahora solo queda el rastro — La idea era encontrarnos apenas llegamos aquí y no separarnos ¿Qué sucede contigo?

Aprendiendo De Ti © EDITANDO  [Saga AENY libro #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora