Capítulo 13

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—Necesitamos buscar al ginecólogo que estará encargado de tu embarazo — comenta Noah a medida que caminamos por la acera, las calles están más a menos concurridas ya que es la hora tope en la que los estudiantes de las escuelas cercanas están de salida — No puedes estar estos meses yendo con cualquiera.

—No había pensado en eso — tuerzo el gesto — La clínica privada no es un opción.

—Los hospitales no son malos — Cher patea una piedra — Hay buenos profesionales.

Noah asiente, dándole la razón.

—Podemos ir esta semana; según leí ya es tiempo para que te realices los primeros exámenes... Y no me hagas recitarlos porque ni yo los recuerdo.

Rio.

—Y eso que ustedes son los que están instruyéndose.

—Por cierto — de un solo salto, Cher se posiciona frente a nosotros logrando que detengamos el paso — ¿Quieres ir a clases de yoga? Dicen que es bueno para el parto, además hay un grupo de apoyo.

Frunzo el ceño.

—No creo que sea necesario un grupo de apoyo cuando los tengo a ustedes dos.

—Y a Carter — canturrea ella.

Noah le propina un codazo y le agradezco con la mirada.

— ¿Qué? — se exaspera — Le vi haciéndote ojitos — parpadea en mi direccción — Es una chulada de rubio, y él sí me agrada.

—Recién lo conoces — le recuerdo.

—Algo me dice que los veré juntos más seguido.

—Hablas bobadas — Noah la hace a un lado para poder avanzar — Ya veo que a ti sí te agradó bastante, Cherry.

Cher y yo nos observamos asombradas por su actitud mientras él avanza a pasos agigantados.

— ¿Está celoso? — cuchicheo.

—No lo sé, ¿Tú crees? — enreda su brazo con el mío y lo seguimos hasta la parada del autobús — ¡Por fin! — empieza a dar saltitos — Aunque pueden ser celos de mejor amigo — aminora la marcha, un poco decepcionada de su deducción.

—Pregúntale — me burlo.

—Es capaz de propinarme un guantazo para que espabile o una insultada que involucre a todos mis antepasados.

Rio.

—Cher, eres demasiado dramática en esta vida.

—Pero él se ve muy guapo estando celoso — suspira.

— ¡Dejen de chismosear y apresuren el paso o el autobús nos dejará varados! — grita Noah con impaciencia cuando el autobús está aún lejos.

— ¡Qué mal genio te gastas! — le grita Cher.

💙

Me muerdo el pulgar con nerviosismo mientras doy vueltas por mi habitación como un león enjaulado. De reojo observo el calendario que está pegado a la pared. Se supone que es el tercer día de mi periodo y mamá no para de darme tés para calmar mis dolores. Esta mentira se está haciendo cada vez más grande de mantener, siento que todos lo saben menos mi familia.

Estoy asustada.

Mi mente me está jugando muy malas pasadas y estrés no me deja dormir en las noches. Sumado a que posiblemente eso afecte al bebé y a su salud ¿Lo estoy haciendo bien? Se supone que él está a salvo. Me siento al borde la cama y tomo mi teléfono, pulso la pantalla e ingreso a Google dónde tecleo el nombre del centro de adopción que aparece en el folleto que me entregó Noah hace unas semanas. Mi pecho se siente pesado y las ganas de llorar me embargan cuando me pongo en contacto con la trabajadora social y le dejo un mensaje al chat privado explicándole mi situación. Lo mejor es que me ponga manos a la obra con este asunto de una vez por todas, la decisión ya está tomada.

Aprendiendo De Ti © EDITANDO  [Saga AENY libro #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora